El lenguaje y la manera de utilizarlo influyen de forma directa en la descripción de la realidad y, también, en el estado de ánimo. La búsqueda del perfeccionismo en la maternidad puede convertirse en un peso agotador. El deseo de alcanzar la excelencia, en ocasiones, puede verse desbordado por límites que son imposibles de lograr.
Las expectativas forman parte de la existencia humana, están presentes en diferentes escenarios de la vida. Y, por ello, también intervienen durante el periodo de embarazo cuando la visualización del parto se percibe desde la anticipación. Dichas expectativas no responden a la certeza absoluta de aquello que va a ocurrir de un modo determinado, sino que están influidas por información, creencias y experiencias (propias y ajenas). De este modo, la expectativa muestra una previsión, una hipótesis o una suposición.
El hábito de la lectura alimenta el mundo interior del lector en cualquier etapa de la vida. Una experiencia que también enriquece el universo personal de la maternidad y la paternidad. A través de los libros es posible descubrir otras realidades y perspectivas diferentes. Soy una madre normal es uno de los libros que ha publicado recientemente Irene Alonso Hidalgo.
Existe un ingrediente que adquiere especial relevancia cuando se trata de poner en armonía los distintos ámbitos de la vida: el equilibrio. Un equilibrio que puede romperse cuando una faceta personal ocupa otras esferas de la existencia. La gestión del tiempo después de la maternidad, con frecuencia, es un reto muy complejo.
Alícia Adserà y Mariona Lozano han llevado a cabo el siguiente estudio: ¿Por qué las mujeres no tienen todos los hijos que dicen querer tener? Un proyecto realizado en colaboración con El Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa” que ha dado a conocer los siguientes datos. España se posiciona como uno de los países europeos en los que existe un mayor porcentaje de mujeres que no son madres.
La biografía de una persona está vinculada con fechas en las que ocurrieron acontecimientos significativos en diferentes planos de la existencia. En relación con el marco familiar, ser madre es un viaje que, en ocasiones, se contextualiza en torno a los 40 años. La inestabilidad en el mercado laboral, el incremento de la esperanza de vida y otras circunstancias pueden influir en la materialización de un deseo que, de forma inevitable, siempre se vincula al tiempo. La maternidad tardía, de hecho, es un fenómeno creciente.
Actualmente, la incertidumbre llega a todos los sectores de la sociedad: empleo, economía, relaciones personales, expectativas de futuro y familia. Frente a lo incierto, es importante encontrar el arraigo de certezas que impulsan la resiliencia. La familia es una fuente de protección para el ser humano que cuenta con la compañía de seres queridos.
El Día de la Madre trae, con cada nuevo año, una expectativa diferente. La evolución personal y familiar hace que el escenario vital cambie. Con frecuencia, la protagonista de la jornada tiene deseos que le inspiran con la proximidad de esta fecha. Sin embargo, esas metas pueden caer en el olvido al priorizar otros aspectos que parecen más importantes.
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