La maternidad se enmarca en experiencias y etapas diferentes. En relación con la edad, en el contexto actual destaca una variable importante: muchas mujeres deciden posponer el momento en el que dan el paso de formar una familia. Por supuesto, la maternidad también se descubre en edades más tempranas. ¿Qué dificultades a corto plazo plantea el reto de ser madre joven en la actualidad?
El arrepentimiento en torno a la maternidad hace acto de presencia en varias circunstancias. El caso que comentamos en Uno más en la Familia tiene que ver con una duda: ¿Es el momento de tener un segundo hijo o tal vez sea más adecuado no ampliar la familia? La complejidad de la cuestión crece con el paso del tiempo cuando los años ofrecen una perspectiva diferente.
La promoción y el marketing en torno al Día de la Madre muestran una amplia selección de ideas de regalo para las mamás. A este respecto, hay un obsequio que adquiere una gran relevancia a nivel afectivo: el tiempo.
Elegir el nombre de un hijo es una de las decisiones más significativas en la etapa adulta. Hay múltiples opciones, ideas y fuentes de inspiración. La elección final es un reflejo de las preferencias particulares de padres y madres, sin embargo, hay un aspecto que adquiere una gran transcendencia en este contexto: la sonoridad. Y es que, si te encuentras en ese instante en el que quieres encontrar el nombre ideal para tu bebé, piensa en cuántas veces vas a pronunciar esa palabra a lo largo de tu vida.
Asumir el rol de los cuidados no es una experiencia negativa. De hecho, la capacidad de cuidar a otro familiar es una demostración de amor, responsabilidad y coherencia. Sin embargo, la lucha por la igualdad real y plena entre hombres y mujeres también implica profundizar en estereotipos que todavía persisten en la sociedad. Algunos de esos estereotipos se hacen todavía más visibles en el ámbito familiar con la experiencia de la paternidad y la maternidad.
Actualmente, el término tóxico se utiliza con frecuencia para tratar muchos factores que tienen que ver con lo humano: relaciones de pareja, vínculos de amistad, lazos afectivos... Incluso, puede utilizarse para etiquetar a padres y madres. Pues bien, en Uno más en la Familia compartimos cinco reflexiones constructivas en torno a un término que se utiliza en exceso en la actualidad.
La falta de cuidado y atención hacia uno mismo, que en ocasiones se manifiesta con más intensidad en la maternidad, puede vivirse en distintas etapas. Es decir, afecta a perfiles muy variados. Aquel que cae en este estado tiende a priorizar las demandas de los demás y relativiza sus propias necesidades. En ocasiones, incluso, las silencia o las oculta a través de la ocupación continua.
Aunque la familia sea una prioridad para aquellos padres y madres que son conscientes de la decisión que han tomado, eso no significa que la vida profesional sea poco relevante a partir de ese momento. De hecho, aunque el nivel de atención y dedicación al cuidado de los hijos aporte muchas satisfacciones y sea coherente con los valores personales, las necesidades emocionales pueden ir más allá del propio rol de padre o madre.
El 14 de febrero, día de San Valentín, da voz a un sentimiento profundo y verdadero: el amor. Un sentimiento que, en ocasiones, se expresa de forma incondicional. Una de las fuentes de protección más importantes que un ser humano tiene a nivel emocional desde que es bebé es el afecto que recibe por parte de sus progenitores. En Uno más en la Familia enumeramos siete características de un amor maternal o paternal que deja una huella muy valiosa en los hijos.
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