Existen muchos motivos que llevan a la mujer a querer tener más de un hijo. Estas pueden ir desde una necesidad de autorrealizarse como madre, sellar el amor en su pareja, darle un hermanito a sus otros hijos o darle otro hijo a su marido. Como contrapartida algunos hombres siente que su mujer ya estuvo demasiado ocupada en criar chicos y quiere tenerla más tiempo para él.
Esa ha sido la sentencia que ha dictado un juez en Salamanca para castigar a un papá por incumplir sus obligaciones familiares 'deliberadamente', al no querer llevar a su hija, de quince meses, junto a su madre cuando tenía hambre, ya que estaban alimentándola mediante lactancia materna.
Sabiendo que pasados los cuarenta años, se reducen las posibilidades de quedar embarazadas, muchas mujeres dejan de utilizar métodos anticonceptivos; en algunos casos empiezan ya a verse los primeros síntomas de la menopausia, mientras que en otros, tardarán un poco más en aparecer. Sin embargo, esta situación no es garantía de que ya no se pueda quedar encinta.
Toda la familia Sánchez Vicario acudió, con la unión que les caracteriza, a la presentación del libro "Soñar es ganar" escrito por Emilio Sánchez Vicario, ayudado y asesorado por el psicólogo Bruno Moioli, en el que relata los difíciles momentos que tuvo que vivir antes de conseguir la tercera Copa Davis para nuestro país. Apoyándole y ofreciéndole todo su aliento, los compañeros y amigos no quisieron dejar pasar la ocasión para celebrar la llegada al mundo de un nuevo libro.
Como ya sabéis, parece que el cambio de los pañales del bebé, darle la comida o jugar con ellos son tareas únicas y exclusivas de las mamás. Sin embargo, poco a poco, parece que los padres empiezan a involucrarse algo más en la crianza del bebé. Más que nada porque las madres exigen esa implicación. Desde luego, este simpático vídeo demuestra que ellos, cada día, pasan más tiempo con ellos, aunque quizá no de la manera más correcta.
La pasión que despierta Hello Kitty parece no tener límites. Esta gatita creada en noviembre de 1974 en Japón tiene seguidores de todas las edades. En estos 35 años la marca se ha convertido en un imperio que vende desde monederos de plástico a moda, teclados de ordenador o guitarras eléctricas con la imagen de la gatita. Tiene, incluso, un airbus A 330-200.
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