Cuando nosotros tenemos una mascota es normal y esperable que nos encariñemos muchísimo con ella, muchas veces hasta perdemos la noción de que se trata de un animal. Suelen brindarnos compañía, compartir largas horas de juegos con nuestros hijos y darnos cariño cuando perciben que estamos tristes, pero lamentablemente, como todo ser vivo llega un momento en que mueren.
Los peluches les gustan a los bebés, los padres y hasta los expertos en educación infantil. Pocos juguetes tienen tanta aceptación. Su textura blandita y suave y los diseños y caritas que suelen tener, despiertan la ternura y otras emociones en los más pequeños. Pero también su imaginación y creatividad. Los peluches inspiran los juegos de imitación tan necesarios para el crecimiento de los niños.
Los peluches forman parte de la vida de todos los niños, tanto que generalmente uno de estos juguetes es el que se convierte en su compañero inseparable en la primera infancia y, muchas veces más allá. Entre todos los modelos que existen los más demandados son los que representan animales, otro de los amores de los más pequeños. De hecho, estoy mirando los de mis niños y creo que así, que son animalitos el 99 por ciento de este tipo de muñecos.
Los gatos son una de las mascotas preferidas de nuestros hijos. Pero para incorporarlos a nuestro hogar debemos tener en cuenta algunos puntos importantes y reflexionar acerca el tema. Como siempre te decimos, no se trata de un juguete sino de un animal y deberemos asumir responsabilidades todos y cada uno de nosotros.
Hernán Zin es un prolífico periodista y escritor que lleva 13 años recorriendo el mundo para realizar documentales y reportajes y escribir libros, centrándose en los más desfavorecidos del planeta. Ha visitado y trabajado en más de 40 países de Africa, Asia y América Latina. En la actualidad colabora con 20 Minutos en su blog Viaje a la guerra, en el que recorre los principales conflictos armados de este siglo. Este trabajo le ha llevado a Sudán, Uganda, Israel, Palestina, Líbano, Etiopía, Sudáfrica y las favelas de Río de Janeiro.
Son muchos los niños que aprovechan las Navidades o su carta a los Reyes Magos para hacer un pedido un tanto especial y es el de una mascota. Por eso, antes de que este ser vivo llegue hasta nuestra casa, debemos tener en cuenta y valorar una serie de aspectos que van a venir con él, más que nada para que nadie se llame a engaño y ocurra lo que en muchos casos, desgraciadamente, acaba sucediendo.
Ya sabéis que hay muchas veces que los niños se cansan muy rápido de sus muñecos y no es posible estar comprando nuevos todos los días. Una manera divertida de renovarlos es hacerlos vosotros mismos. De este modo, además de pasar un buen rato haciendo cosas con tu pequeño, el resultado será un juguete nuevo.