¿Cuántas veces nos hemos encontrado con que la papilla de nuestro bebé ha quedado impregnada por todas partes menos en su boca?... Es lo que suele suceder los primeros días cuando intentamos darle su papilla y el niño sólo quiere jugar. Al menor descuido el plato y la cuchara, con todo su contenido, acaban derramándose por el suelo con una facilidad pasmosa, son los gajes de un oficio del que jamás te doctoras pues, si un día la hora de la comida es un bálsamo de aceite, seguro que en la merienda nos espera cualquier desatino.
A veces los postres a base de fruta suelen aburrir a nuestro pequeño y nos resulta bastante complicado que lo tomen adecuadamente. Sin duda, lo mejor es la variedad, por eso aquí os traigo hoy dos postres divertidos, nutritivos y que, además, resultan de lo más exóticos. Ambos son típicos de Tailandia pero los podemos elaborar de una forma sencilla en casa con ingredientes que podemos encontrar en cualquier supermercado.