"Una madre abandona a su bebé, dentro de una bolsa de deporte, en la puerta de una guardería en El Ejido (Almería)". A simple vista se podría pensar, "vaya, otro caso más de abandono de niños". "Hay que ver como es la gente". "Que no tengan hijos, si luego los van a dejar tirados por ahí". Son las típicas reacciones que se escuchan. Pero la realidad tiene otro trasfondo más profundo.
Hay ocasiones en las que pienso que lo mejor es estar desinformada, esta noticia es uno de los motivos. En la India vuelve a desatarse la preocupación sobre el trágico estado en el que viven las mujeres y los niños. India está en la cuarta posición del ranking de lugares más peligrosos para las mujeres y los menores. Por delante están la República Dominicana del Congo, Afganistán y Pakistán.
Un acusado por un delito de lesiones y maltrato continuado a su pareja, que posteriormente fue condenado, denunció al diario La Región de Ourense por vulnerar su honor, imagen y derecho a la intimidad. El periódico había reproducido una foto del demandante, acompañada de su nombre, apellidos y edad. El acusado pedía 30.000 euros de indemnización.
Sorprendente pero cierto, la crisis económica aumenta el maltrato infantil. Al menos así lo muestra un estudio realizado en Estados Unidos. Lo cierto es que a nivel general, la pobreza está vinculada con mayor riesgo de violencia en todos los sentidos. Sin embargo, no es nada fácil estudiar el maltrato infantil en términos estadísticos en tanto que los expertos no cuentan con bases de datos centralizadas. Sin embargo, más allá de lo que sucede en Estados Unidos la violencia no ha aumentado con la crisis en España. Eso sí, conviene matizar que por violencia no sólo se entienden las agresiones físicas sino también, la falta de alimento adecuado, por ejemplo.
El tema de hoy pone los pelos de punta. Los niños notan la crisis en sus propias carnes, literalmente. Los casos de síndrome del niño sacudido y otras formas de maltrato especialmente traumatismos en la cabeza, han aumentado con la recesión económica. El incremento ha sido tal, que es motivo de estudio ya que casi se ha duplicado.
En Reino Unido se ha inaugurado un salón de belleza para niños de 1 a 13 años. Les ofrecen tratamientos faciales con fruta, pedicura, manicura, peluquería y maquillaje. Lo peor no es sólo que alguien piense que esto puede ser un negocio, es que parece que realmente lo es. La primera clienta fue una niña de 16 meses, es decir, un bebé que no llega al año y medio. ¿Qué tratamiento de belleza se puede necesitar a esa edad?.
Parece que nuestra sociedad solo ve dos formas de que los niños triunfen en la vida, como personajes del papel couché o como deportistas de élite. Los estudios y el trabajo parecen ser cosa de una minoría. El deporte al menos exige un esfuerzo y aporta valores para forjar una personalidad y para caminar por la vida. El problema es convertir esta actividad que debería ser un medio, en un fin en si misma, que el niño tenga éxito cueste lo que cueste.
Una de cada cuatro niñas y uno de cada siete niños en España, sufren abusos sexuales antes de los 17 años. El dato es espeluznante, trasladado a un aula tipo de 25 alumnos, en el que hubiera mitad de cada sexo, habría tres niñas y uno o dos niños sufriendo este tipo de maltrato. Y aún peor, en el 86 por ciento de las ocasiones los causa alguien de la familia de forma repetida. Además no es un problema de ninguna clase social, ocurre en todas sin excepción. La mayoría de los abusadores son personas con una vida y una apariencia completamente normales, generalmente varones.
En la Universidad de La Laguna (ULL) se está estudiando la insensibilidad que muestran algunas madres ante las señales de su bebé. Se trata de un tipo de maltrato infantil que representa el 70 por ciento del total. Es, por tanto, más frecuente que los malos tratos físicos, los abusos sexuales o la corrupción de menores, que sin embargo reciben mucha más atención, probablemente porque los daños son más visibles.
En ocasiones pienso que si a algunos padres se les otorgara una licencia para educar niños muchos de ellos ya la habrían perdido por sus actos. Este es otro de los tantos casos que nos indignan, ya recordaran el de la niña que era obligada a depilarse las cejas o aquella que era obligada a modelar, menciono esto sin llegar a atrocidades mayores, relacionadas al abuso o a la pornografía infantil.
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