Los niños pueden sufrir ansiedad en diferentes momentos de la vida. En sentido estricto, la ansiedad se convierte en un recurso emocional a la hora de hacer frente a algún cambio. Un cambio que se presenta como nuevo y que rompe la rutina. Cualquier padre puede ponerse en el lugar de su hijo si toma conciencia de cómo a él, también le afectan los cambios en el entorno laboral, por ejemplo. Pues bien, existe una situación que algunos niños sufren de una forma especial. Por ejemplo, aquellos niños que tienen un gran apego hacia su mamá y su papá, pueden sufrir incluso, ante la visita de un extraño que se presenta como una amenaza emocional de ese espacio de seguridad infantil.
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