Cada cierta cantidad de años se producen ciertos fenómenos naturales que, a pesar de los conocimientos y experiencias anteriores, nos siguen llenando de sorpresa y emoción. Todo aquello que transcurre en el espacio, más allá de lo que alcanza nuestra vista, es siempre motivo de curiosidad, haciendo que, como si fuésemos niños, quisiéramos descubrir todos los misterios que lo envuelven.
Nos encanta recomendar lecturas para los más pequeños porque adoramos que los niños se acerquen al mundo de los libros. De esta forma conseguimos que tengan una diversión sana, llena de alegría y emoción, y también de tolerancia, respeto y solidaridad. Una forma estupenda de educar en emociones, en sentimientos y, también, en imaginación.
Acudir con los bebés al teatro es una experiencia única y llena de emociones, tanto para los niños como para los adultos. Si en un principio nos puede dar un poco de miedo sus reacciones ante una situación novedosa, veréis como pronto se adaptan al medio y se quedan ensimismados, como abducidos por la magia que el escenario les ofrece.
Nada enseña mejor que una clase práctica y esta noche tenemos una estupenda oportunidad. Practicamente en toda España podremos observar un espectacular eclipse de luna. Durante una hora nuestro planeta tapará los rayos de sol que llegan al satélite, que adquirirá un tono rojizo que podría ser muy intenso.
Bueno, ya lo tenemos en las pantallas españolas. Este viernes se estrena en los cines de nuestro país "Gru, mi Villano Preferido". Una película que cuenta la historia de una supermalo que vive entre gente respetable de una urbanización pero que... planea ¡¡robar la luna!!
La astronomía es una de las ciencias que más nos fascinan desde niños, ¿quién no ha soñado con ser astronauta?. Seguramente influye la facilidad para observar con nuestros propios ojos la distancia y la aventura que prometen las estrellas. Es un mundo que despierta la imaginación y la curiosidad de los pequeños desde que son bebés y encuentran la luna por primera vez.
Podría parecernos que la astronomía es demasiado complicada para un bebé. Sin embargo, el primer contacto de un niño con los astros suele ser cuando aún es un bebé pequeñito. La Luna será el primer objeto celeste que llame su atención, bien porque se la señalemos o porque la encuentre él mismo. En seguida aprenderá a buscarla cuando sale a la calle, y cuando crezca un poquito le ayudará a distinguir el día de la noche.
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