Qué ocurre cuando un padre o una madre llora delante de su hijo
Reprimir el llanto o las palabras que expresan un malestar interior, puede generar un efecto poco saludable a largo plazo desde el punto de vista emocional. Todo aquello que no se expresa a través del lenguaje verbal o corporal, puede transformarse en un peso. Un peso que deriva en estrés, frustración, miedo, ansiedad, desánimo o cansancio. Existe un mensaje que, pese a no alinearse con el valor de la inteligencia emocional, todavía está muy interiorizado en la sociedad: “No llores”.