Según los Derechos de los Niños, todos los lactantes y niños tienen derecho a una buena alimentación. Esto es algo que en muchas ocasiones olvidamos, ya sea a nivel personal como a nivel comunitario. Muy lamentablemente existen niños en el mundo que, actualmente, mueren de hambre. Existe un 35% de desnutrición entre los pequeños de nuestro planeta, y esto es realmente preocupante, ya que parece no existir políticas adecuadas para erradicar este problema, ya sea a corto o a largo plazo.
Uno de los problemas más temidos por las mamás que dan el pecho a sus bebés son las grietas en el pezón. Se atribuyen normalmente a una mala posición al amamantar, pero contra lo que podría esperarse no afecta sólo a primerizas. Mamás experimentadas y con lactancias anteriores satisfactorias, también las sufren. Se trata de lesiones en el pezón, de mayor o menor profundidad, que hacen de las tomas algo muy doloroso en la mayoría de los casos y que pueden llegar a sangrar.
No obstante, también es conveniente saber cómo extraerse leche de modo manual sin aparato alguno, no porque hayas decidido hacerlo así, sino porque habrá veces que pueda serte de utilidad en un momento de apuro que necesites vaciarte un poco el pecho, no tengas a mano un sacaleches ni al bebé que pueda succionar. Si quieres saber cómo hacerlo, te damos las claves. Al final del artículo encontrarás, además, un vídeo explicativo complementario.
Cada vez se conocen más beneficios de la lactancia materna. La revista Nature Reviews destaca este mes en un editorial el trabajo realizado por el equipo del doctor Andreu Palou en la Universidad de las Islas Baleares. En concreto una última investigación que afirma que la leche materna previene al bebé de tener obesidad y los problemas de ella derivados, a lo largo de su vida.
El sacaleches nos puede ayudar a continuar con la lactancia materna cuando no podemos dársela directamente a nuestro pequeño. Con él podrás extraerte la leche que cada toma y conservarla en la nevera, refrigerándola o congelándola, para que tu hijo la pueda tomar aunque tú no estés. Sin embargo, hablamos de un aparato que, a simple vista, parece muy complicado aunque no lo es. Te explicamos cómo utilizarlo.
Una de las ventajas de dar el pecho es que es el propio bebé el que regula la cantidad de comida que recibe. La lactancia materna se ha relacionado con la menor incidencia de obesidad en los bebés, y puede que la autoregulación sea la clave. El bebé alimentado con biberón tiende a comer más y en la segunda infancia suelen terminar cada toma. Los investigadores sugieren que los padres que dan leche materna almacenada o leche de fórmula, deben prestar atención a los signos del niño cuando no quiere comer más, y respetarlo.
Entre un 85 y un 95 por ciento, dependiendo del hospital, de las madres recientes en Córdoba, optan por amamantar a sus bebés, según la Delegación de Salud. Parece que el éxito reside en la información y la implicación de las matronas, enfermeras y pediatras en fomentar la lactancia materna. El bebé, salvo casos excepcionales como una cesárea o una complicación, se coloca sobre la piel de su madre nada más nacer.
Hace unos días una amiga me preguntó qué había que hacer con la leche materna extraída previamente para que al ofrecérsela al bebé no le supiera rara. Lo cierto es que no supe qué decirle ya que a mi hija las veces que lo he hecho no ha extrañado en nada el sabor de la leche. Lo único raro era el biberón en lugar del pecho y nada más.