Desde que nuestro bebé viene al mundo, todo su cuerpo se convierte en un potente receptor de nuevas emociones y sensaciones. A través de lo que le rodea, el pequeño va a ir creciendo y convirtiéndose, poco a poco, en un ser independiente y selectivo. Será a través del juego cuando nuestro pequeño vaya consiguiendo conectar con ese nuevo mundo creado para él.
Seguro que te habrá ocurrido, más de una vez, que has dejado a tu bebé en su cuna y en su dormitorio porque has notado como que estaba cansado y necesitaba una buena siesta. Al cabo de un buen rato, y pensando que ya estaría sumido en el más profundo de los sueños, le has oído balbucear, hacer palmas o riéndose casi sin ningún motivo aparente. Es como si estuviera divirtiéndose de lo lindo, incluso sin más compañía que sus propios descubrimientos.
Los niños necesitan jugar para desarrollarse y crecer debidamente. Además de la función lúdica que ofrece este tiempo de ocio, también van a encontrar herramientas suficientes para ir asentando su base creativa, emocional e intelectual, por eso es necesario que los niños ten la oportunidad de jugar, independientemente, si lo hacen con más o menos objetos, o más o menos compañeros.
La primavera es un momento ideal para sacar a nuestros niños al aire libre. Tras el encierro del invierno con sus días grises e insistentes lluvias, la primavera nos ofrece espacio para respirar de la naturaleza y en la que experimentar con sensaciones nuevas. Es, por lo tanto, el momento ideal para disfrutar del campo, la playa, la montaña o el parque, lugares donde recibir los beneficios del sol bajo la calidez de la propia naturaleza.
Recientemente la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes les aconsejó a los padres la importancia de pasar más tiempo jugando con los pequeños. Ellos basan su consejo en que el juego familiar hace que los niños se sientan más felices, se vuelvan más creativos y tengan mejores resultados en su escolaridad.
De siempre se ha dicho la importancia de dedicar tiempo a tus hijos a jugar con ellos, aunque sea poco. Y que ese poco sea, al menos, de calidad. Pero la realidad es otra muy distinta. Pese a que jugar con los niños es una necesidad, los padres no juegan o juegan poco con sus pequeños, algo que seguro lamentarán en un futuro.
Aunque aún quedan días para Navidad, ya son muchos los niños que empiezan a hacer acopio de catálogos para poder decidir qué le piden este año a Papá Noel. Y difícil no lo van a tener a juzgar por la cantidad de anuncios publicitarios de todo tipo que ya inundan las calles de las poblaciones, las casas de todos y los escaparates de todo tipo de establecimientos.