Mientras la polémica sobre la circuncisión sigue candente, los problemas de fimosis siguen afectando como mínimo a un dos por ciento de la población. La fimosis normalmente es congénita, la mayoría de bebés presentan fimosis al nacer pero con el paso de los meses va desapareciendo. Aún así en algunos casos la fimosis persiste e incluso puede llegar a causar dolor o infecciones.
Mediante los avances de la tecnología en la actualidad ser madre luego de la ligadura de trompas es posible. La ‘recanalización tubárica’ es una nueva alternativa para que las mujeres que por alguna razón quieren volver a ser fértiles después de haberse ligado las trompas, de este tema ya se ha hablado anteriormente en un artículo que recomiendo leer.
La tercera fase del parto, tras el nacimiento del bebé, es el alumbramiento de la placenta. La intervención médica en esta etapa no cambiaría la experiencia de parto natural y tendría el beneficio de reducir la hemorragia en la madre. Así se desprende de un estudio realizado en el Hospital Universitario de Sahlgrenska, en Gotemburgo, Suecia.
Se siguen practicando más cesáreas de las realmente necesarias, una intervención que podría acarrear problemas tanto a la madre como al neonato. Operaciones que se realizan con más frecuencia en los países desarrollados, quizá porque se hace un parto más fácil o porque dura menos pero más allá de las justificadas hay muchas que se debería evitar.
La complicación más frecuente tras una cesárea es una infección, algo que sucede entre el 10 y el 40 por ciento de las veces. En el parto vaginal este problema sólo aparece entre un uno y un tres por ciento de las mujeres. La mejor manera de evitar tan alta incidencia, según el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos es aplicar antibiótico preventivo a la madre antes de la intervención.
Hay muchos motivos por los que una mamá puede sentir que el embarazo actual es el último. Puede ser por la edad, por tener el número deseado de hijos e incluso por la economía familiar. La decisión de hacerse una ligadura de trompas debe tomarse basándose en motivos firmes ya que es un método anticonceptivo permanente. Aunque algunas se pueden revertir, nadie debería hacerla pensando en esa opción ya que no hay garantías.
La Ministra de Sanidad, Trinidad Jimenez ha anunciado que a partir de septiembre se entregará a los pacientes de los hospitales una factura informativa con el coste de su tratamiento. Es la llamada factura en la sombra, que al menos en la Comunidad Valenciana, se entrega desde hace tiempo junto al alta. No hay que pagarla, se trata de una medida que, supuestamente, concienciará sobre el coste de la sanidad y ayudará a quitar la idea de que es un servicio gratuito. No se si hay alguien que piense así, será quien no mire su nómina.