Aunque pueda sonarnos a una película de ciencia ficción, cierto es que cuatro mujeres palestinas han quedado embarazadas después de ser sometidas a la técnica de inseminación artificial con el esperma de sus maridos presos.
La reproducción asistida en nuestro país parece más bien un lujo que una necesidad, amén de los costes que hay que soportar para ello. Costes oscilantes entre los 600 y los 6.000 euros que muchas parejas no pueden asumir.
Aunque pueda parecer que la infertilidad solo se produce en casos muy aislados y en personas que puedan haber padecido algún problema de salud, lo cierto es que son, cada vez más, las parejas que sufren problemas a la hora de concebir un hijo. Según los últimos datos aportados por la Sociedad Española de Fertilidad, la esterilidad afecta a un 16 por ciento de las parejas, que traducido en individuos, sería un total de 500 mil personas.
Más de 600 bebés podrían ser hijos del mismo hombre, Bertold Weisner, el director de una clínica de fertilidad británica. Según ha publicado la revista The Sun, este señor habría utilizado su propio esperma para fecundar a las mujeres que acudían a su clínica durante los años en los que regentó la clínica desde 1940 hasta 1972, cuando falleció.
Nuevamente nos encontramos con un caso polémico relacionado con la inseminación artificial y la custodia de un bebé. ¿Qué tienen que ver estos dos términos? Pues la respuesta es un caso que se ha producido en Barcelona. Los servicios sociales de Cataluña le retiraron la custodia de su hijo a una mujer que consiguió quedarse embarazada con un tratamiento de fertilidad.
Ginefiv es una clínica de reproducción asistida fundada en 1987. La experiencia les permite evaluar los cambios que se están produciendo respecto al tipo de paciente que acude a sus instalaciones. Según han informado, un diez por ciento de las mujeres que acuden a una clínica de reproducción asistida quiere ser madre sóla, sin pareja.
Someterse a un tratamiento de fertilidad puede suponer un alto coste psicológico, económico, físico o laboral. Según una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), para el 50 por ciento de las mujeres es un proceso duro y negativo. Una de cada diez consiguió el embarazo gracias a las distintas técnicas de fertilización.
Tener problemas de fertilidad y querer tener un hijo puede llevar a una pareja a buscar alternativas poco seguras. Es el caso de la compra de semen por internet, que además de peligrosa es ilegal. No es dificil encontrar en la red a hombres que venden su esperma a parejas o mujeres que quieren ser padres. Los médicos advierten del riesgo que puede suponer para la salud y de la dificultad de lograr el embarazo fuera de una clínica especializada.
Según un estudio publicado en The British Medical Journal, tumbarse boca arriba durante 15 minutos tras la inseminación artificial podría aumentar las posibilidades de conseguir un embarazo. Los autores defienden que la posición favorecería el ascenso del esperma por el útero. Por el contrario si la mujer se pone de pie la gravedad actuará en contra.
No es un anuncio de electrodomésticos, una cínica sevillana, Ginemed, ha lanzado un nuevo programa "Embarazo Seguro. Conseguimos tu embarazo o te devolvemos el dinero." Esta iniciativa surge de la experiencia de la clínca y la constatación de que hay mujeres que aún pudiendo quedar embarazadas, abandonan antes de tiempo. Y es que no es nada barato conseguir un embarazo por estos medios.
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