Dentro de unos días vamos a celebrar el Carnaval, se trata de una fiesta muy especial para los pequeños de la casa. La decoración, los disfraces, la música y la alegría son los ingredientes perfectos para que disfrutemos de unos días estupendos previos a la Semana Santa. Y ya sabemos que todo lo que conlleve alegría y buen humor, son opciones estupendas para compartirlas en familia.
Las canciones infantiles aportan muchos beneficios para nuestro bebé. Si bien en un principio las tomamos como un mero divertimiento y puro juego, no podemos obviar que son muchos más los ingredientes que les ofrecen y que, casi sin darnos cuenta, les hacen crecer y aprender en muchísimos más aspectos.
Las canciones infantiles han supuesto siempre un modo de diversión extraordinario para los más pequeños. A partir de simpáticas letras, en la mayoría de casos un tanto absurdas, hemos aprendido nuevas palabras, también a relacionarnos con los demás y a tener cierto sentido del ritmo. Y es que en las canciones también nos han servido para jugar al corro, saltar a la comba o hacer divertidas coreografías en los recreos del colegio.
Las vacaciones de verano puede ser un buen momento para que los niños aprendan nuevos conceptos. Sin prisas y sin agobios, y siempre bajo el marco de la diversión, podemos ir enseñándoles esas pequeñas cosas que van a ir encontrándose, muchos de ellos, al empezar la escuela infantil en septiembre. Y con lo primero que se van a topar, en cuanto a enseñanza se refiere, son los números y las primeras letras: las vocales.
Las canciones infantiles son ideales para que los niños disfruten del tiempo libre, además les ayudan a ampliar su lenguaje y hacer volar su imaginación. El ritmo y la música les anima también a crear bonitas coreografías, por lo que les ayuda a coordinar sus movimientos y a un mejor desarrollo físico. Así que todo son ventajas si les ofrecemos las canciones como un modo más de diversión.
Las canciones infantiles son, desde el principio de los siglos, una de las formas más divertidas para que nuestros niños aprendan ideas nuevas, amplíen su vocabulario y podamos disfrutar en familia de jocosas y simpáticas historias que nos hacen agudizar la memoria y el ingenio. Algunas son tan antiguas como el mismo mundo, esas que compartimos con los abuelos y que ellos aprendieron, también, de los suyos. Mientras que otras van apareciendo nuevas e incorporándose al cancionero popular de los más pequeños.
Por fin ha llegado el Día de la Madre, y como buen domingo de mayo que se precie, vamos a celebrarlo con toda la alegría que se merece. Ya hace buen tiempo, la naturaleza está en plena ebullición y hay en el ambiente una predisposición, que parece mágica, para dejarnos llevar por los mejores sentimientos. Hoy vamos a dejar aparcados los malos humores y las tristezas para celebrar que seguimos siendo hijos e hijas, madres o abuelas de maravillosos niños que van a colmar nuestra vida de felicidad.
El próximo domingo se celebra en nuestro país el Día de la Madre. Se trata de una celebración muy especial en el que todos nos sentimos más cercanos y entregados ante la figura materna, algo que debería ocurrir todos los días del año pero que, esta festividad, la vuelve todavía más especial. Un bonito regalo, hecho con sus propias manos o un poema, pueden ser detalles únicos que sorprendan a mamá en su día.
Que los niños nacen con un don natural para la música, ya no hay quien lo dude. Ya sabemos lo beneficioso que es escuchar música durante el embarazo, especialmente porque no sólo al niño le van a llegar esos compases y ese ritmo que nos hace despertar nuestros sentidos, si no porque la mamá también, a través de ella, se encuentra en un estado de ánimo más pleno, con más alegría y mejor humor, y ya conocemos los grandes beneficios que aporta nuestro espíritu al crecimiento del bebé.
Desde el primer minuto de vida, e incluso mucho antes de nacer, la música acompaña el día a día de nuestros hijos. Buscar un espacio sonoro libre de molestos ruidos, donde la armonía teja un paisaje lleno de lirismo, puede ser una de las mejores herencias que dejemos a estos pequeños que vienen, totalmente vírgenes, a descubrir los secretos más recónditos de la vida. Es por ello que, como bien ya han demostrado muchos investigadores, la música es un don innato en el ser humano, sólo es necesario fomentarla y abonarla cada día para que se convierta en el gran aliado emocional de los niños.
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