Existen costumbres que han variado mucho a lo largo de los años, sin embargo, hay una que permanece vigente todavía en los colegios: el niño lleva una bolsa de chucherías para cada compañero de clase en el día de su cumpleaños. La verdad es que yo todavía recuerdo la ilusión que sentía cuando era una niña y teníamos este pequeño premio en el recreo.
La sociedad ha cambiado mucho en cuestión de unas décadas aunque a veces no sabemos muy bien si esta evolución es positiva o negativa en algunos aspectos. La sociedad camina hacia la obsesión por el tener, por este motivo, cada vez es más difícil sorprender a los niños como bien expicó en unas declaraciones Mark Mine. Tal vez, este nombre no te suene demasiado, sin embargo, es el responsable de diseñar los parques temáticos para Disney. Por tanto, es todo un experto en crear magia e ilusión para los más pequeños de la casa.
Nuestra actriz más internacional, Penélope Cruz, está embarazada. Se confirman los rumores de que la que acaba de acaparar todas las noticias del corazón por haberse casado en secreto con el también actor español, Javier Bardem, está esperando un bebé desde hace cuatro meses por lo que, incluso podrían saber ya el sexo de su futuro hijo.
Como os contábamos en el anterior artículo, la decepción de género, por desgracia, es mucho más común de lo que todos pensamos. El hecho de tener un niño cuando se espera, se desea una niña o viceversa es motivo de una gran desilusión que, a veces se convierte en algo más duro. Uno de los motivos que más se repite en los padres que terminan pasando por esto es porque ya tienen un hijo y quieren que el segundo sea del sexo contrario.
Pocas mujeres saben lo que es la decepción de género, incluidas aquellas que lo sufren, pero lo cierto es que es más común de lo que se estima. Se trata un sentimiento de decepción cuando el médico anuncia a los padres el sexo del bebé que esperan y este no se corresponde con lo que tenían en mente, habían deseado y, sobre todo, estaban esperando con fervor. Puede parece una idea descabellada por aquello de que un hijo es una inmensa alegría y lo importante es que venga bien sea lo que sea.
René es un niño haitiano de ocho años. Como sus amigos y familiares vivió en persona el fatídico terremoto que arrasó Haití hace ya seis meses. Esa experiencia le ha marcado para siempre y la ha querido compartir con el resto de niños de su edad. Ese es el argumento de este cuento escrito desde la ilusión con un sentido muy positivo y mucha ilusión.
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