Este día marcado en el calendario como la fecha de papá es un buen momento para que los niños homenajeen a su padre y éste disfrute del cariño y las carantoñas de sus retoños. Más aún hoy cuando los padres se involucran algo más en el cuidado y la educación de sus hijos. No tanto como nos gustaría a las mamás, pero más de lo que los hombres estaban acostumbrados. Para los que aún no se han decidido a ayudar, el Día del Padre es perfecto para empezar.
Existen algunos días en el calendario en el que merecen ser totalmente festivos, ya no sólo de forma institucional si no, también, anímica y emocionalmente. El día que nació nuestro hijo, aquel otro en el que recibimos nuestro primer beso de amor o esa jornada en la que conseguimos ser felicitadas por un mérito, seguramente, de diminutas dimensiones pero de inabarcable talla emocional. Son esos días en los que todo tiene mayor sentido y el placer se dilata hasta que la esperanza se infla en bocanadas de oxígeno imperecedero.
Ser originales y creativos, a menudo, no es tan difícil. Hemos de tener en cuenta que existen multitud de recursos a nuestro alrededor de los que siempre podemos echar mano cuando más lo necesitamos. Una bonita tarta, original y personalizada puede ser el mejor regalo de cumpleaños para nuestro niño que ya anda emocionándose con el mundo de las hadas, de los cuentos o de la piscina.
Ya me lo advirtieron mamá y sus amigas: “ideas para regalar a un padre en su día, hay mil”. Incluso las puedo confeccionar yo mismo, con estas manitas que tus ojos han imaginado tantas veces. Pero, ya ves, mira que horas son y todavía ando buscando el presente perfecto que pueda compensar tus desvelos.
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