Según un reciente estudio, adelantado por la Universidad de Granada, cerca del 94% de las madres lactantes, siguen una dieta inadecuada; un análisis de diferentes muestras de leche materna reveló que estas mujeres consumen más proteínas que las aconsejadas, mientras que la ingesta de grasas, hierro y vitaminas A y E, es realmente deficiente.
Según los resultados de un reciente estudio de, “Valoración de la calidad nutricional de gestantes sanas, en Canarias” los porcentajes obtenidos se alejan de los ideales para mujeres embarazadas. El consumo de cereales es muy inferior a las porciones recomendadas, frente a un alto consumo de vegetales, lácteos y carnes.
La anemia infantil se caracteriza, sobre todo, por una deficiente alimentación en la que escasean ciertos nutrientes y vitaminas necesarias para el pleno y óptimo desarrollo del niño. Es por eso que el tratamiento, en la mayoría de los casos, consiste en la aplicación de una dieta rica y variada, basada en alimentos que aporten calcio, potasio, hierro y cobre, además de todas las vitaminas necesarias.
La anemia es una enfermedad de la sangre que se produce cuando el nivel de glóbulos rojos es inferior a lo normal. La hemoglobina, que es el principal componente de los glóbulos rojos, es la encargada de llevar el oxígeno a los tejidos por lo que, si hay menos glóbulos rojos, también es menor la cantidad de oxígeno que llega al resto del cuerpo.
La Organización Mundial de la Salud recomienda tomar ácido fólico y hierro durante la gestación. Del ácido fólico ya conocemos sus beneficios y su papel para prevenir enfermedades tan serias como la espína bífida o la anencefalia. Varios estudios sugieren que otros nutrientes, añadidos a los dos anteriores, podrían disminuir el riesgo de tener un bebé de bajo peso al nacer.
Los más importante durante tu embarazo es que puedas llevar una dieta equilibrada, realizando las cuatro principales comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena) más dos colaciones en donde puedes optar por alguna fruta o vegetal. Debes beber mucha cantidad de líquidos e ingerir lácteos que aportarán el calcio necesario.
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