No es la primera vez que nos referimos a una cirugía realizada a un bebé antes de nacer, pero no por ello deja de ser impresionante y excepcional. En este caso los neurocirujanos y el resto del equipo de Medicina y Terapia Fetal del Hospital Virgen del Rocío, consiguieron corregir las deformaciones provocadas por la espina bífida de una pequeña, en la semana 26 de gestación.
Muchos periódicos y telediarios han mostrado la imagen de Baby Klaus, un bebé de diez meses que tiene la cabeza de un tamaño dos veces superior al normal. Según nos cuentan el pequeño sufre hidrocefalia y en este momento está siendo tratado en San Antonio, Texas. Según explica el Daily Mail, los padres rechazaron una operación porque les aseguraron que el pequeño no viviría más de un año. También afirman que, han distribuído las fotos de su hijo para concienciar sobre esta enfermedad.
El síndrome de Crouzon es una enfermedad asociada a múltiples malformaciones, entre las que destaca la craneosinostosis por el cierre temprano de algunas suturas craneales. Esto interfiere en el crecimiento del cráneo desfigurando la cabeza y causando una apariencia facial inusual. Cuando nace el bebé lo normal es que ya se puedan apreciar unos rasgos especiales. Aunque es posible que no se reconozca hasta que cierren todas las suturas del cráneo.
Los bebés al nacer tienen la cabeza más grande respecto a su cuerpo de lo que será cuando crezca. Lo normal es que la cabeza del recién nacido sea unos 2 centímetros más grande que el pecho o tórax. En su segundo cumpleaños ambas medidas se habrán igualado y después de esa fecha el pecho será más grande que la cabeza. Pero en ocasiones el tamaño es menor o mayor de lo normal. Lo primero se conoce como microcefalia, de la que ya hemos hablado, lo segundo se denomina macrocefalia.