Ya hemos comentado en múltiples ocasiones la necesidad de meditar cuidadosamente y de forma armoniosa y amorosa, nuestra necesidad o deseo de traer un hijo al mundo. Son muchos los factores que pueden determinar la futura salud, tanto física como mental, de nuestro bebé, uno de ellos, muy importante, son las características genéticas de los progenitores.
La hemofilia es una enfermedad congénita, que disminuye la capacidad de la sangre para coagularse con normalidad, por carencia de alguno de los llamados factores de la coagulación; por este motivo cuesta trabajo o es más demorado que deje de sangrar una herida a una persona hemofílica, a pesar de tener un número normal de plaquetas. No existe una cura conocida para este trastorno de la sangre, pero si tratamientos que pueden ayudar a quienes lo padecen a llevar una vida normal.
Ayer se presentó en Madrid el programa PEP (Parents Empowering Parents), un proyecto que pretende ayudar a padres de niños con hemofilia u otras coagulopatías congénitas. El PEP funciona en Estados Unidos desde 1995, su finalidad es la de otorgar a los padres las herramientas que necesitan para enfrentarse a la realidad de criar a un niño con un trastorno de la sangre.
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