Es normal que durante la época de verano nuestros niños se sientan más desganados, apenas les apetece probar los platos de comida que tengan algo que ver con el calor y, a menudo, nos resulta bastante difícil tenerlos bien alimentados. Bebidas frescas o frutas de temporada son el recurso más habitual para que los peques se alimenten durante estas semanas. Así que no es extraño que caigan, y les apetezcan mucho más, las golosinas.
Uno de los alimentos, casi imprescindibles, durante el verano son los helados. Suelen ser una buena fuente de energía aunque debemos llevar cuidado cuando se los ofrecemos a los niños. No debemos olvidar que contienen grandes cantidades de azúcares y conservantes, por lo que no siempre son todo lo recomendables que debieran. Lo ideal sería que los combináramos con otros alimentos, como son las frutas, de esta forma obtenemos un postre mucho más rico y nutritivo.
Ya queda poco tiempo para que el calor sea intenso y necesitemos encontrar recetas refrescantes para ayudar a sofocar los calores del verano. Pero no debemos olvidar que, además de refrescarnos, también debemos controlar las dosis de vitaminas y buenos alimentos, porque alimentarse bien, especialmente para los niños, no tiene porque estar reñido con la diversión y la variedad.
Uno de los atractivos del verano para los niños, más allá de las vacaciones escolares, disfrutar al aire libre o los momentos de ocio y diversión, son los helados. Es imposible desligar el verano con el consumo de estos ricos manjares. Después de una buena comida, un helado nos ayuda a refrescarnos y a imaginarnos mundos dulces y fresquitos que nos inviten a soportar las elevadas temperaturas.
Ya parece que empiezan a llegar las buenas temperaturas, aquellas que nos hacen acortarnos las mangas y quitarnos capas de abrigo. El sol ya empieza a buscarse un hueco en nuestras ventanas y se agradece esta calidez con la que nos despierta cada día, así que es el momento de ir buscándonos menús más fresquitos con los que refrescarnos el paladar, aunque sin olvidar que, además de apetitosos, han de ser nutritivos, especialmente aquellos que van dirigidos a nuestros niños.
La gelatina es un alimento que suele gustar mucho a los niños y que no disgusta a los padres puesto que es natural, sana y ligera. Es proteína pura y muchas veces está enriquecida con vitaminas. Es un buen recurso para hacer postres que contengan fruta y conseguir que los peques las tomen con facilidad, aunque nunca se puede considerar un sustituto de la fruta fresca.
Muchas veces hacemos referencia a la cocina como un lugar de entretenimiento y aprendizaje para los niños, siempre que mantengamos unas estrictas normas de seguridad. Electricidad, alimentos y líquidos muy calientes y los fogones son elementos prohibidos para los peques. Las opciones son muchas, desde que elaboren recetas completas, a que nos ayuden con las partes más sencillas de otras o que utilicen productos especialmente creados para ellos. En este último grupo podemos meter la colección Chiki Cook de Imaginarium.
Como sobre gustos no hay nada escrito, una empresa londinense, bajo el nombre de ‘Bady Gaga’ lanzó al mercado un helado fabricado con leche materna y saborizado con ralladura de limón y vainilla. Las encargadas de brindar la materia prima fueron 20 mujeres. El precio: 16.5 euros.
Todos sabemos lo complicado que resulta, a veces, que los niños coman fruta. No en vano, en muchas ocasiones debemos inventarnos mil y una excusa para que mantengan su dieta en perfectas condiciones, abundando en alimentos ricos en vitaminas y con los que aportarle los nutrientes necesarios. Es por esto que, como siempre decimos, la imaginación obra milagros en casi todos los campos de la educación y enseñarlos a comer no va a ser menos.
¿Tu bebe necesita un andador? Te damos algunos consejos 
Campamentos de surf para niños en Galicia durante el verano 
Depresión postparto: factores de riesgo, síntomas y cómo prevenirla