, apenas quedan unas semanas así que los niños ya nos van pidiendo que vayamos haciéndoles sus disfraces, los adornos que arreglarán la casa o un plan para disfrutar de esa noche tan divertida. Uno de los ingredientes fundamentales para que el terror sea completo son las chucherías, así vamos a fabricarles un recipiente, muy monstruoso, para que vaya guardando todos esos dulces que irá recibiendo y compartiendo a lo largo de la noche.
Ya hemos entrado, casi sin darnos cuenta, en el otoño y con su llegada, además de las lluvias y las hojas alfombrando las calles, nos llega también una fiesta para celebrar que a los niños les encanta: Halloween. Aunque todavía nos queda un mes, ya debemos ir preparándoles todo aquello que va a adornar, con lo que disfrazarse y, también, con la que llenar la mesa de platos divertidos y muy terroríficos.
No hay cosa más dulce que la sonrisa de un niño, su carcajada, la dulzura que transmite con ello. Son momentos por los que vale la pena vivir y ser padres. No hay duda. Pero, ¿Qué hay de los que le han dado la vuelta a la moneda? ¿De los que han transmitido otras sensaciones diferentes? ¿Alguien se acuerda de ellos? Sí, amigos. Esos peques del cine (no olvideis visitar Cinetelia, imprescindible para cinéfilos) que nos han dado tanto miedo y que seguro se han quedado en la retina de muchos de nosotros. Para el que no se acuerde, aquí va un pequeño recordatorio.
En cuestión de un sólo día, podemos pasar de un ambiente lúdico y festivo como el de Halloween a un día de más recogimiento y dolor como el día Todos los Santos. Los telediarios han mostrado en primicia cómo las flores son las grandes protagonistas de este día porque los familiares visitan en el cementerio a aquellos que no están. En cierto modo, el día de Todos los Santos convierte a todas las personas en un poco más niñas, sencillamente, porque retrocedemos a través del recuerdo a diferentes situaciones y momentos.
Seguro que todavía nos pueden surgir muchas más ideas para completar esta noche de Halloween. Un toque más atrevido en el disfraz, una guirnalda más tétrica colgado del pasillo o un nuevo plato que adorne la mesa y que nos muestre las dotes culinarias de toda la familia.
Esta noche ya es, por fin, la noche de Halloween. A estas horas debemos tenerlo ya todo preparado: el disfraz horripilante, unas recetas de lo más impactantes, la casa adornada al más puro estilo tenebroso y, para que la fiesta nos salga redonda, unas historias que nos hablen de fantasmas, monstruos con colmillos o imposibles bestias que habitan en lugares remotísimos.
Aún estamos a tiempo de preparar un Halloween que sorprenda a nuestros niños. Os hemos propuesto ideas para disfrazarles, manualidades con las que entretenerles y decorar la casa y recetas para un menú terrorífico. Pero esta fiesta da para mucho y aún nos quedan cosas que compartir. Os contamos como transformar una simple pera en una bruja piruja.
Regalar dulces en Halloween es una de las tradiciones principales de esta fiesta. Aparecer en la puerta de nuestra casa amenazándonos con un truco o trato mientras se pasean disfrazados de cualquier monstruosidad, ya va siendo más que habitual en el último día de octubre. Por eso, si queremos quedar bien con los niños de nuestro barrio, lo mejor es tener preparado un buen arsenal de dulces para repartir.