Hoy compartiremos unas recetas simples para que puedas, junto a tus niños, preparar unas sabrosas y sanas golosinas, ideales para disfrutar al aire libre o para acompañar una merienda con amigos.
¿Sabes? según la tradición celta (origen de una festividad importada por los irlandeses a Estados Unidos), la noche de los muertos (Samhain) servía para abrir simbólicamente las puertas que separan el mundo de los muertos y el de los vivos; y estos últimos dejaban preparada afuera de las casa comida para los primeros. Es una explicación muy simplista para que se entienda que está bien mantener la esencia de la festividad, pero que sepamos que las golosinas que nuestros niños piden, no son más que un invento de la modernidad, aunque las cestas en forma de calabaza, también tienen una explicación que ahora me voy a ahorrar.
Llegado el invierno, en toda su plenitud, las gélidas temperaturas apenas nos dejan salir de casa. Los temporales, las tormentas y esta inmensa ola de frío que nos ha asolado, nos empujan a quedarnos en el calor del hogar y sólo salir cuando es totalmente imprescindible. Los ratos de ocio en familia, dejan de ser divertidos y cálidos paseos por la naturaleza, para convertirse en una fiesta celebrada entre las paredes de casa.
Se acaba de hacer público un informe elaborado entre la Universidad de Murcia y Vitaldent en el que se han analizado los hábitos bucodentales de los niños, se trata del sexto estudio que se realiza en torno al tema dental de los pequeños y las incidencias que tienen ciertos alimentos en su salud dental. La conclusión ha sido especialmente clara: el 55 por ciento de los niños que comen dulces a diario necesitan tratamiento odontológico.
Es inevitable que durante los meses de embarazo no caigamos en la tentación de abusar de ciertos alimentos. Con la perfecta excusa de los antojos y evitar aquello de que nuestro niño luzca un tatuaje de nuestro particular dulce, solemos hacer la vista gorda para no restringir ciertos caprichos que no son del todo sanos. Demasiado azúcar o grasas excesivas, son algunos de esos malos nutrientes que no nos convienen en absoluto.
Desde que nacemos nuestro paladar va acostumbrándose a disfrutar de los sabores nuevos que nos ofrece el mundo de la gastronomía. Sin duda, el primero que nos llega es el de la leche materna. Una vez llega el destete y la mezcolanza de nuevos sabores, al tiempo que vamos ampliando nuestra dieta, ese sabor se va perdiendo, llegando un momento en el que ya somos incapaces de reconocerlo. Pero ¿te imaginas poder recuperarlo a lo largo de los años?... y encima no necesitamos con nuestra madre vuelva a estar embarazada.
, apenas quedan unas semanas así que los niños ya nos van pidiendo que vayamos haciéndoles sus disfraces, los adornos que arreglarán la casa o un plan para disfrutar de esa noche tan divertida. Uno de los ingredientes fundamentales para que el terror sea completo son las chucherías, así vamos a fabricarles un recipiente, muy monstruoso, para que vaya guardando todos esos dulces que irá recibiendo y compartiendo a lo largo de la noche.
Hay manualidades que son muy prácticas, otras que son meramente decorativas, aquellas que podemos realizar para un regalo o las que, simplemente, nos permiten pasar un buen rato con los niños entretenidos y que no terminamos de encontrarle una utilidad, más o menos, lógica. Pero están también aquellas que, como algo excepcional y para celebrar un día señalado, a los niños les encanta. Una de ellas es esta corona de chuches.
Con la vuelta al cole, todos o casi todos los niños están de compras con sus papás para reponer el material escolar y comprar cosas nuevas que llevar en la mochila. Y uno de los artículos que no puede faltar son los lápices normales y corrientes que no faltan en ningún estuche infantil.