Vienen invitados a última hora, queremos mantener a los niños ocupados, un divertido postre o un complemento para la merienda... las galletas siempre son ese bocado recurrente que nos ayudan a mantener nuestra mesa llena y el paladar satisfecho. Por eso hoy os ofrezco otra receta que podéis compartir con los niños. Es sana, natural y, además, muy sencilla de elaborar.
Ocupar con los niños el tiempo libre que tienen en Navidad puede resultar de lo más divertido. La cocina, por ejemplo, puede ser uno de esos lugares donde los pequeños empiecen a hacer sus primeros pinitos culinarios, además les ofrecemos una forma de ir introduciéndose en el conocimiento de los alimentos y sus beneficios.
también es importante seguir una alimentación adecuada e inspirada en los seres fantasmagóricos a los que se les homenajea esa noche. Así que no está de más prepararles unos platos siniestros, llenos de imágenes terroríficas pero, eso sí, siempre con los mejores ingredientes, que el estómago no debe pasar miedos por mucho que la noche lo requiera.
Ya hemos entrado, casi sin darnos cuenta, en el otoño y con su llegada, además de las lluvias y las hojas alfombrando las calles, nos llega también una fiesta para celebrar que a los niños les encanta: Halloween. Aunque todavía nos queda un mes, ya debemos ir preparándoles todo aquello que va a adornar, con lo que disfrazarse y, también, con la que llenar la mesa de platos divertidos y muy terroríficos.
Uno de los alimentos más agradecidos, tanto por su valor nutricional como por su variedad, es la galleta. El mercado está lleno de estos pequeños manjares que son elaborados en cualquier rincón del mundo y que admiten ricos y variados ingredientes. Dulces, saladas, con fruta, con chocolate, con mantequilla, al horno, ricas en fibra... y así hasta un sinfín de variedades con las que disfrutar de un bocado delicioso y nutritivo.
Ya vimos hace unos días como podemos fabricarnos un regalo divertido y alternativo para estas navidades. De esta forma, además de llevar nuestro mensaje de paz y cordialidad en estas fechas para nuestros seres más queridos, también les ofrecemos una nueva visión sobre nosotros mismos y nuestros quehaceres cotidianos.
La Navidad está íntimamente relacionada con el dulce y los adornos, por eso hoy os traigo una receta que sirve para las dos cosas. En El Blog Infantil ya publicamos una receta de galletas de jengibre. Ahora os enseño una nueva forma de prepararlas por si os animais a cocinarlas. Con las galletas que vamos a preparar podemos decorar el árbol mientras duren pues en cuanto las prueben los niños no dejarán ni rastro en el plato. Vamos a hacer galletitas de jengibre con forma de persona, igual que las de la peli de Shrek.
Si algo tiene de especial Halloween es la inmensa cantidad de ideas que nos pueden ir surgiendo a fin de preparar una noche terrorífica. Disponer de un menú exquisito y nutritivo es, casi tan importante, como hacerlo de forma apropiada para esos momentos de pánico. Muffins de tarántula, pasta con ojos o manzanas tenebrosas, son algunas ideas que os hemos ido ofreciendo, variedad a la que se suman, hoy, estas galletas convertidas en divertidas arañas.
Hay muchas formas de felicitar a papá en su día, un beso especial, una manualidad o un regalo comprado, lo que más le importará será el cariño que hayan puesto los niños y la intención. También podemos cocinar para él con los niños. Una galleta de su tamaño, gigante, puede ser un estupendo desayuno o postre para un día tan especial. Podemos darle forma de galleta circular, tipo Chips Ahoy o hacer una figura que le guste. Un balón de fútbol, una camiseta o una camisa, un instrumento musical o intentar hacer la cara de papá.
Uno de los alimentos favoritos de los niños son las galletas. Podemos ofrecérselas para el desayuno y también para la merienda y es un complemento ideal para los postres o para mitigar esos deseos de comer dulces o chucherías fuera de las comidas. Es cierto que en el mercado existe una gran variedad de este alimento y que se ajustan tanto a gustos como a necesidades específicas (para celíacos, diabéticos...) pero también es verdad que, a los que nos gusta experimentar en la cocina y que nuestros niños nos ayuden, resulta ser un entretenimiento divertido y muy sano.
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