Quizás pensemos que nuestro niño todavía es muy pequeño para manejarse entre libros. Evidentemente es imposible que con sus pocos meses aprenda y reflexione sobre las ideas que se exponen entre las páginas, pero familiarizarse con el objeto, el formato y la textura, le va dando alas para que aprenda a valorar y amar uno de los objetos que más útil le puede resultar a lo largo de su vida.
Cuando se acerca el momento del parto, la mayoría de las mujeres pasamos por esa fase que llaman de hacer o preparar el nido. Es entonces cuando muchas mujeres sienten la necesidad de elaborar pequeños tesoros para sus futuros bebés. Hay quien prefiere dedicarse a objetos para decorar la habitación, otras se entregan de lleno a la calceta y hay quien se busca alguna manualidad divertida e interesante que después pueda utilizar el pequeño.
Quedan poquitos días para la vuelta al cole y podemos aprovechar estos últimos días de vacaciones para hacer alguna manualidad con nuestros peques que les sirva de entretenimiento y a nosotros para completar la lista de cosas que necesitarán. Aunque los niños quieren sentir que pertenecen a un grupo y por eso les importa la moda, también reclaman su propia individualidad con pequeños detalles diferenciadores. Personalizar su material escolar les ayudará a darle ese toque único.
Bob Esponja es uno de los ídolos de los más pequeños de la casa... bueno y de muchos mayores. Pero, si este simpático personaje de Fondo de Bikini tiene una gran cantidad de fans es entre los chavales, y seguro que a ellos les encanta todo lo que tiene que ver con la televisiva esponja amarilla.
Cuando el bebé es muy pequeñito le tienes cerca de tí en el cuco, en la hamaca, en el sofá o por supuesto en brazos. Pero llega un momento en que no quiere estar sentado ni quieto y es cuando tienes que dejarle moverse a su aire. El suelo de casa, ni la madera ni las baldosas, parecen el mejor lugar para que el niño juegue o empiece a gatear. Pueden ser superficies demasiado duras o demasiado frías para el cuerpecito del bebé.