Paso a Paso… Festival de cortos infantiles
Llevar al cine a los niños pequeños no es siempre la opción más adecuada. Suelen cansarse, aburrirse y al no interactuar, como puede pasar en el teatro, acaban por querer marcharse o, en el mejor de los casos, quedarse dormidos. Más de una hora sentados en una butaca suele ser una proeza que no todos consiguen completar con éxito.