Libro: Los secretos de las madres felices
La llegada al mundo de un hijo no siempre es símbolo absoluto de felicidad. En algunos casos esta responsabilidad provoca un estado de ansiedad continuo haciendo que esta tarea, que debería ser totalmente entregada y generosa, se convierta en una pesada carga con la que nos sentimos excesivamente agobiados. El miedo al fracaso, a hacer las cosas mal, a fallar como padres o a equivocarnos en su educación, son losas demasiado grandes que no todos saben solventar con la misma soltura.