Todos sabemos, al menos los que somos padres, que los niños no vienen con un manual debajo del brazo. Es fácil opinar sobre la educación de los niños de otros e incluso, imaginarnos como lo haremos cuando seamos padres. Por suerte, o por desgracia, la realidad es otra, tanto que cuando tienes a tu bebé recién nacido entre los brazos, sabes que la tarea sólo acaba de empezar y a medida que crezca las preocupaciones con su educación irán en aumento.
Es normal que cuando somos padres caiga sobre nosotros un aluvión de dudas. Los consejos que nos ofrece la familia, los profesionales sanitarios, los amigos y otros papás, a veces resultan de lo más contradictorios creándonos una angustia que apenas nos deja disfrutar de nuestra reciente maternidad, lo que se transmite también a nuestro bebé.
Los niños son niños y así deben ser tratados en todo el mundo, sea cual sea su procedencia. Los niños también sienten preocupaciones y satisfacciones sobre la vida que les ha tocado vivir, pero resulta curioso ver cómo, dependiendo de la zona en la que vivan, esos pensamientos, tanto negativos como positivos, varían de forma considerable.
Si fuésemos preguntando a cada uno de los padres qué es lo que más desean para sus hijos, seguramente encontraríamos una respuesta unitaria o, casi, exclusiva: que sean felices. Pero ser feliz no es un concepto que siempre se consigue en toda su plenitud, al menos si nos remitimos a nuestra propia experiencia. Pero ¿qué es ser feliz?
La Organización para la Cooperación y el desarrollo económico (OCDE) fue creada a principios de los años sesenta con el fin de promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas a través del mundo. En la actualidad está formado por 34 países entre los que se encuentran México, Estados Unidos, Australia, Portugal, Francia, Italia, Japón, Reino Unido, Turquía y España.
El proyecto Children's Worlds acaba de publicar los resultados de una nueva encuesta en la que evalúa ciertos aspectos de la infancia en el mundo. Han sido 15 los países que han participado en este nuevo estudio que intenta valorar, entre otros aspectos, el nivel de felicidad que poseen nuestros niños. De entre esos 15 países hemos conseguido ser los terceros en cuanto a nivel de felicidad, por debajo de Colombia y Rumanía, que se alza con el primer puesto.
¿Qué es la felicidad? ¿Cómo conseguir sentirnos plenos y satisfechos con nuestras acciones de cada día? ¿Cómo romper barreras? ¿Cómo crecer evitando las mayores heridas posibles? Nadie tiene la respuesta exacta. Incluso los grandes pensadores, estudiosos y científicos no saben cual es ese mágico secreto que nos conduce hacia un estado, casi, idílico del equilibrio personal.
La Fundación Jacobs ha realizado una investigación entre 50.000 niños de 15 países, el proyecto ha sido dotado de 850.000 euros y se ha realizado durante los tres últimos años. Se llama “Children’s views on their lives and well-being in 15 countries: A report on the Children’s Worlds survey, 2013-14”, y los participantes fueron preguntados sobre aspectos importantes de sus vidas como familia, amigos, escuela, bienestar personal, opinión sobre los Derechos del Niño, y el grado de felicidad percibida, entre otras cosas.
Uno de los juguetes que no deben faltar en el tiempo de ocio de nuestro bebé son los libros. Muchas veces pensamos que como son demasiado pequeños no se enteran de nada y poco les pueden hacer estos objetos. Pero si lo pensamos bien, no podemos obviar que durante sus primeros años de vida nuestro chiquitín lo aprende todo, o casi todo, al menos se crea una base afectiva, emotiva e intelectual con la que luego va a ir defendiéndose en la vida. No nos podemos quejar cuando tengan diez años de que no les guste leer, si no les hemos inculcado antes este beneficioso hábito.