Los bebés amamantados tienen menos fiebre tras las vacunas
Después de poner una vacuna a un bebé, es frecuente que tenga algo de fiebre. Suele ser baja y pasajera y únicamente entre un uno y un dos por ciento de los pequeños tiene fiebre alta. Se debe a que se le ha inoculado la enfermedad, muy levemente pero lo suficiente para que su sistema inmune se ponga a funcionar. A los numerosos beneficios de la lactancia materna hay que añadir uno más, los bebés amamantados tendrían menos fiebre en estas ocasiones.