Una de las diversiones con las que los niños más suelen disfrutar es con la manipulación de los muñecos. Crear historias y cuentos que les sirvan para desarrollar su imaginación al mismo tiempo que aprenden a coordinar sus movimientos a través del personaje elegido. Más allá de los juguetes que les ofrecen una diversión plana o sin ninguna opción a cambios, las marionetas y títeres le van a aportar a nuestros pequeños todo un mundo de fantasía donde ellos se convierten en el eje central y desarrollo del juego.
Algunas veces ocurre que la familia crece sin que los padres lo sepan. El niño tiene un amiguito que sólo él puede ver, su amigo imaginario. Nuestro hijo puede dar detalles muy concretos de su compañero de juegos, su nombre, edad, rasgos físicos y personalidad. La primera reacción de los padres suele ser la sorpresa, seguida de la preocupación. Al parecer no hay motivo para lo segundo. El amigo imaginario de nuestro pequeño no implica nada malo, salvo muy raras excepciones.