
Mi hijo no me escucha ¿qué hago?
Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan las familias es el de la comunicación. Es importante que desde bien pequeños les acostumbremos a que nos cuenten sus problemas, sus dudas y compartan con nosotros esos instantes felices y de sorpresa que se le irán presentando a lo largo de su vida. No es bueno que esperemos a que sean adolescentes para obligarles a que nos hablen, ésto saldrá solo si hemos conseguido un hábito desde que que son pequeños. Además, como siempre decimos, nada mejor que el ejemplo para que ellos se habitúen a contar, también, sus cosas.