El verano es el momento ideal para que los peques disfruten del aire libre. Uno de los destinos favoritos durante esta época es la playa. Ese lugar que para los niños resulta especialmente atractivo ya que les ofrece un montón de posibilidades para pasarlo bien. Además de mantenerlos bien seguros y protegidos, es necesario que les ofrezcamos diversión suficiente para que el tiempo se les haga más agradable.
Son muchos los beneficios que se reconocen en el desarrollo de nuestro bebé cuando éste se inicia en el mundo de la independencia a través del gateo. No en vano muchos profesionales consideran que esta etapa es vital para que el bebé desarrolle su inteligencia, ya que es capaz de madurar antes sus reflejos, así como consolidar su sentido espacial mental que más tarde aplicará en otras cuestiones de la vida.
De sobra es conocida la frase que nos dice que las niñas espabilan antes que los niños pero ¿hasta qué punto es verdadera y no fruto de una leyenda? ¿realmente nuestro sexo determina el grado de atención, el interés por el mundo que nos rodea o la precocidad en la enseñanza? Sea como fuere, si te fijas en los niños de tu alrededor, te darás cuenta que, efectivamente, las niñas suelen adelantarse a la hora de aprender o de expresarse, más o menos, correctamente.
Es importante que durante los primeros meses de nuestro bebé realicemos con él ejercicios de estimulación. No debemos olvidar que en ese periodo se establecen las distintas conexiones neuronales que determinarán parte de las habilidades que presente durante su desarrollo. El habla, la psicomotricidad o el desarrollo cognitivio, son las más importantes. Pero ¿qué pasa si nuestro niño es Síndrome de Down?
Un estudio reciente realizado por las Universidades de Chicago e Indiana, en Estados Unidos, ha puesto de relieve la importancia que tiene la estimulación que reciben los bebés durante su primer año para el comportamiento posterior. De este modo se ha comprobado que aquellos niños durante su infancia y adolescencia, presentan claros problemas de comportamiento, en la mayoría de los casos se deben al tipo de educación y atención, por parte de sus padres, que recibieron en esos primeros doce meses de su vida.
Con la llegada de un niño a casa, especialmente si es el primero, nos encontramos con un montón de dudas, interrogantes y cambios enormes en nuestra vida que no sabemos muy bien como afrontar. Es claro que los niños no vienen con un manual debajo del brazo, y que muchas de las cosas las iremos aprendiendo a partir de la práctica. Si bien las más básicas nos las irá marcando el pediatra, será el propio niño el que vaya marcando sus propias pautas.
, claro que luego, con el tiempo, nos vamos dando cuenta que, aunque siguen siendo guapísimos, los sobresalientes se resisten, la lectura no apetece y las genialidades se han quedado con las películas de ciencia ficción. Entonces achacamos la culpa a los genes, a que destacará algún día en otra cosa o que los estudios no le gustan demasiado.