Apenas quedan unas semanas para que empiece la época estival, pero la temperaturas ya nos están azotando con su inmensa fuerza. Ahora es el momento de empezar a renovar las recetas, dejando a un lado las calientes cucharas para inmiscuirnos en aquellas otras, más fresquitas, y que nos invitan a hidratarnos con la mejor de las alegrías.
Y seguimos ofreciendo nuevas recetas cuya base principal es el yogur. Un alimento rico y apetitoso que suele gustar a todos los niños y que, además de ser un estupendo postre o merienda, podemos cocinarlo de mil y una formas, especialmente para cuando los niños empiezan a aburrirse de tomarlo siempre del mismo modo. Así hemos visto como refrescarnos con una estupenda mousse de yogur y chocolate o como un primer plato estupendo formando unas crepés con pollo.
Ya hemos visto como el yogur es uno de los alimentos mejor aceptados por los niños desde sus primeros meses. Además este alimento nos permite introducirlo en la dieta del pequeño de formas muy distintas y variadas: puede tomarlo solo, lo cual le encantará, o acompañando otras recetas.
Ya podemos volver a ofrecer pepino a los niños con seguridad, ya que todo lo que está sucediendo en Alemania nada tiene que ver con esta hortaliza. Los daños a la economía de los productores españoles son irremplazables, pero podemos contribuir a paliarlos un poquito consumiendo pepino con mayor frecuencia. Y no sirve sólo para ponerlo en el gazpacho o en la tradicional ensalada de la huerta.
Aunque nuestro bebé ya habrá estado experimentando con otros alimentos y verduras cocidas, es a partir de los 14 meses, cuando ya podemos ir iniciándole en la aventura culinaria de las ensaladas. Un alimento completo, lleno de posibilidades y que nos permite ofrecerle un plato sano, divertido y combinado al gusto de nuestro pequeño gourmet.
Hoy os contamos una receta muy completa y nutritiva para vuestros hijos y en la que, como en otras ocasiones, los pequeños gourmets os pueden acompañar en la cocina, por aquello de pasar un rato divertido con las manos en la masa. La receta aunque suena complicada: brochetas de albóndigas de cordero, es sencilla y en la que pueden participar los niños en su elaboración.
Uno de los nutrientes más necesitados, no solo durante el embarazo si no, también, para el posterior desarrollo del bebé, es el calcio. De él va a depender que disfrute de unos huesos fuertes y sanos, una sólida estructura ósea que va a mantener su anatomía a lo largo de la vida y unos dientes fuertes con los que, literalmente, comerse el mundo. Además se ha descubierto que una buena reserva de calcio en la infancia, evita muchas muertes en la edad adulta.
Estando embarazada o no estándolo, los vegetales son necesarios y básicos para una perfecta alimentación. Todos los días deben formar parte de nuestro menú que debe estar enriquecido con un buen número de ellos, afortunadamente nuestro mercado goza de suficiente variedad como para no caer en el aburrimiento dándonos la oportunidad de poder prepararlos de mil formas.
¡Qué bien nos sentimos las mamás cuando nuestros niños acceden a comerse la ensalada sin rechistar, sin poner una mala cara o intentar convencernos de que lo verde perjudica seriamente su humor infantil! Por eso son muchas las madres que andan inventándose mil y un truco para que la diversión entre por los ojos antes que se den cuenta que un jugoso tomate anda ocupando su tierno estómago, todo es cuestión de imaginación y de pura creatividad, sobre todo sobre el mantel.
Ya hemos hablado en otras ocasiones que la alimentación en verano varía. Dejamos a un lado los platos calientes, los caldos y sopas y nos lanzamos a la aventura y la imaginación de las ensaladas. A fin de que nuestros niños no se aburran o las rechacen, podemos incluirles ingredientes que les resulten atractivos. Aquí os dejamos dos ideas para prepararles un plato fresco y muy nutritivo. Así, también, es una buena forma de incitarle a que coma verdura fresca.
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