Aprender a decir adiós
Hace unos días, nuestra compañera Belén escribió un artículo sobre cómo transmitir a los niños pequeños la idea de la muerte que me hizo reflexionar sobre una de las conclusiones a las que llegué en mi tesis donde investigué los sentimientos de la tristeza y la alegría. Sentimientos que se suceden ininterrumpidamente en el calendario de la vida. La muerte, produce tristeza porque la mayoría de la gente sufre cuando pierde a un ser querido igual que nos alegramos ante el bien de aquellos que queremos. Aquellos que no se entristecen ante este hecho puede considerarse, como decían los filósofos clásicos, insensibles.