Son muchos los beneficios que recibe el bebé cuando es alimentado con leche materna. Cada día se descubren más ventajas que repercuten en su salud, no sólo física, sino también mental, además de estrechar los lazos afectivos entre la madre y el hijo. A todos ellos ahora viene a unirse un nuevo beneficio: amamantar a tu bebé le evita el eccema llegado a la adolescencia.
El Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental de Barcelona acaba de realizar un estudio entre más de 23 mil niños con el fin de determinar ciertos aspectos sanitarios relacionados con aquellas enfermedades infantiles que tienen su origen en las distintas manifestaciones alérgicas. De este modo se ha podido comprobar que hay tres de estas enfermedades que van especialmente unidas: el asma, la rinitis y el eccema.
El eccema es un trastorno de la piel por el que aparecen erupciones que pican y se descaman e, incluso ampollas. Se debe a una reacción de hipersensibilidad de la piel que provoca una inflamación prolongada. Según un estudio realizado en Alemania, el eccema afecta más frecuentemente a los bebés que van temprano a la guardería que a los que se quedan en casa. Según el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel el eccema afecta a entre el 10 y el 20 por ciento de los bebés y los niños en dicho país.
Hasta el día de hoy el paracetamol es uno de los medicamentos más empleados durante la primera infancia para solucionar problemas de dolores pasajeros o fiebres altas. A pesar de tratarse de un fármaco seguro y efectivo es importante saber que, su abuso, puede conllevar el desarrollo de enfermedades serias pudiendo acompañarles en el resto de su vida.
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