A todos nos gustaría que nuestro bebé reposara en una cuna con todas las medidas que aseguraran al cien por cien su seguridad. Es la diferencia, por ejemplo, entre comprarse un coche de segunda mano y uno de fábrica, exigiendo en este último todos los extras habidos y por haber.
El famoso método del Doctor Estivill y que ha dado soluciones a muchas familias a la hora de enseñar a dormir a sus hijos, ha dado un salto de gigante para introducirse, también, en la tecnología para, de este modo, hacerse accesible a todos aquellos que necesiten encontrar soluciones a la hora de dormir a sus pequeños.
En muchas culturas a los bebés pequeñitos se les pone a dormir envueltos en una sábana o manta muy apretada e incluso atada en los pies y la cintura. Para nosotros es una tradición incomprensible, pero está muy extendida. Los bebés así colocados no corren riesgo de girarse y caerse, no pueden chuparse el dedo, no se enredan con la ropa de cama, ni se arañan con sus afiladas uñitas. Pero tampoco pueden patalear, ni dormir como acostumbran, con los bracitos extendidos a ambos lados de la cabeza.
Si un niño duerme poca cantidad de tiempo cuando es adulto puede terminar siendo un adulto deprimido. Por eso te recordamos la importancia de dormir entre siete y ocho horas para así desarrollar la parte emocional del cerebro.
Dormir mal durante el primer y tercer trimestre de embarazo puede ser algo más que una molestia propia del estado de la madre. Científicos estadounidenses han relacionado los problemas de sueño de la madre en esos periodos con un mayor riesgo de parto prematuro. También pudieron descartar la relación cuando la falta de sueño sucedía en el segundo trimestre.
Los niños ya están en el colegio, la rutina si no se ha impuesto, debería hacerlo en la próxima semana. Tan importante como llevar una dieta sana, hacer ejercicio y tener tiempo para jugar cada día, es que duerman un mínimo de horas. La cantidad dependerá de la edad del niño.
Un entorno de sueño blandito no es lo mejor para un bebé, es todo lo contrario, un mayor riesgo de muerte súbita. A pesar de la gran difusión que tienen los consejos para prevenir el síndrome hay padres que siguen usando almohadas y edredones. Logicamente lo hacen creyendo que así su bebé estará más cómodo y cálido y dormirá mejor. Pero sorprendentemente también hay muchos que piensan que están proporcionandole un sueño más seguro.
En más de una ocasión hemos tratado el tema de las siestas de los bebés. Cada pequeño tiene su personalidad y necesidades pero hay unas horas de sueño diarias que se consideran normales, son horas totales, incluyendo noche y descansos diurnos. Los bebés hasta el año duermen entre 16 y 20 horas que pasan a ser entre 10 y 13 a los tres años.
Adam Mansbach es un papá primerizo de 34 años que vive en Los Angeles, escritor y profesor. Una noche, harto de que su niña, Vivien, no se durmiera, entró en Facebook y puso en su muro algo así "Estad atentos a mi próximo libro, Vete a dormir de una puñetera vez". El título original es Go the Fuck to Sleep, y se ha traducido como Vete a dormir de una puta vez, pero el castellano tiene más vocabulario que el inglés y otras palabras como maldita o puñetera son igualmente válidas, aunque parece que menos rotundas de cara a los compradores.
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