
La hora de ir a dormir de los más pequeños supone, para muchas familias, un momento de tortura sólo comparable con la peor de las pesadillas. Lo cierto es que, en la mayoría de los casos, se trata de hábitos que nuestro bebé ha ido adquiriendo a lo largo de su vida por actuaciones, no demasiado adecuadas, por nuestra parte. Y este es el caso que hoy nos ocupa, hay niños que sólo quieren los brazos de sus progenitores para coger el sueño y cuando se le intenta dejar en su cuna, vuelven a llorar para pedir que siga el contacto humano y el movimiento.
Dicen que cuando se tiene una necesidad cualquier milagro es poco. Niños que lloran de noche, que necesitan ser acunados o que buscan en el movimiento el contoneo de un baile infinito, los hay más de lo que podemos pensar. Por eso ha sido un australiano el que nos da una solución, imaginamos que pueda tratarse de un padre desesperado que en sus noches de insomnio ideó uno de esos remedios que muchos padres desearán conocer y tener en su casa.
Es normal que nuestros pequeños tengan alteraciones en el dormir. Y esto indirectamente nos afecta a los padres ya que tampoco podremos descansar hasta ver a nuestros angelitos durmiendo como tales. En este artículo te contaremos algunas alteraciones del sueño para que puedas entenderlas con más facilidad.
Después de todo un día de trabajo, tensiones y tareas de toda índole, nuestro cuerpo necesita descansar y reponer fuerzas para el día siguiente. Pero a menudo sucede que nuestras necesidades no van en armonía con las de nuestro bebé. Hay niños que, desde el nacimiento, utilizan las noches para avisarnos, continuamente, de su presencia en el mundo, impidiendo así, que podamos disfrutar con los beneficios del reparador sueño. Por eso las mamás, como en todo, han tenido que idearse algún que otro truco para apañárselas con el descanso de toda la familia.
Lo primero que debemos saber es que no hay ninguna norma establecida para el cambio de la cuna a la cama. Ese momento es especialmente importante en el desarrollo de nuestro pequeño por eso, lo mejor, es estar atentos a las señales que él mismo nos va mostrando. Hay algunas que son determinantes para que ese paso se dé en ese momento.
Los bebés españoles son los que más tiempo se desvelan por la noche en el mundo, 30 minutos de media, según los resultados de una encuesta on-line realizada por Johnson & Johnson a padres de menores de 3 años en 19 países. También son los que más siestas duermen de día, entre dos y tres y los terceros que más tarde se van a la cama, tras indúes y brasileños.