
Seguimos con esos temas que nos surgen cuando tenemos a nuestro primer hijo, o cuando tenemos el segundo o el tercero… ya que por más que tengamos experiencia, y aun no entiendo el motivo, las dudas y miedos surgen de idéntica forma.
El insomnio infantil, al igual que en los adultos, no se considera una enfermedad ni un problema psicológico, en realidad se trata de un mal cambio de sus ritmos biológicos que hacen que sus sueños sean superficiales y duren poco. Para los pediatras las causas principales son dos: malos hábitos del sueño y la alteración en la rutina del bebé. Dentro de estas causas, más o menos, genéricas se encuentran una serie de actuaciones que nos pueden dar la clave del porqué del insomnio del pequeño. Estas son:
Si ya os hemos comentado como el frío, el calor o los ruidos, por ejemplo, pueden ser factores que alteren el feliz descanso de nuestro bebé, ahora vamos a continuar con otros que también pueden resultar relevantes y determinantes para el sueño de los niños.
La principal actividad de nuestro bebé, nada más nacer, es dormir. Durante los primeros meses la mayoría del tiempo lo pasa durmiendo por eso, a no ser que existan cualquier otro tipo de problemas de salud, pocas cosas van a interrumpir sus largos periodos de descanso. Sólo la falta de comodidad hará que nuestro pequeño tenga problemas para conciliar el sueño. Son muchos los factores que pueden provocar este malestar, aquí os mostramos algunos.
Hablar de sueño infantil significa referirnos a ese periodo diurno o nocturno durante el cual el niño descansa y asimila lo visto y aprendido durante todo el día. Durante ese tiempo maduran física y psíquicamente, de igual modo que va ejercitando un mundo de independencia con respecto a sus padres. El sueño cumple una función reguladora y reparadora en el organismo.
Una de las prendas más usadas por los niños son, siempre, los socorridos pijamas. Tanto para el recién nacido como cuando ya se hacen más mayorcitos, la ropa que les acompaña durante el sueño suele ser la más cómoda aunque no siempre la más elegante. Pero hoy nos hemos topado con unos pijamas de lo más divertidos que nos hacen dudar si son para dormir o para disfrutar de una alegre fiesta de disfraces.
Existen dos grandes preocupaciones de los padres a la hora de cuidar a sus niños. Una de ellas es la alimentación y la otra es el descanso. ¿Quién no ha oído nunca esa frase de que el sueño de nuestro bebé le alimenta tanto como el mejor de los alimentos?... Suposiciones aparte y dejando a un lado las creencias y métodos legendarios, lo cierto es que existen ciertos tipos de comida que pueden ayudar a nuestro a pequeño a caer, con más efectividad, en los brazos de Morfeo.
Los diseñadores de enseres para los primeros días del bebé van buscando, continuamente, nuevas alternativas para que ese periodo de adaptación al mundo exterior sea lo más placentero posible. Debemos pensar que la mayoría de su tiempo lo pasa durmiendo por lo que el espacio que le procuremos debe ser adaptado a sus necesidades.
Salvo en el caso que hayas elegido el colecho tras dar a luz a tu bebé, hay una duda que suele asaltar a la mayoría de madres a la hora de elegir el lugar donde descansará el recién llegado a la familia, sobre todo si eres primeriza. ¿El espacio recogido de la minicuna, del moisés o directamente a la cuna?