
Los bebés necesitan dormir mucho para garantizar que crecen saludablemente. Las horas de sueño varían dependiendo de la edad del pequeño y se reparten entre el sueño nocturno y las las siestas diurnas. Al año el total de horas tendría que ser de 13 o 14, incluyendo una o dos siestas de una a dos horas. Como recordamos siempre, cada niño tiene sus propias necesidades y unos son más dormilones que otros.
Existen diferentes puntos de vista sobre el colecho; hay quienes lo sancionan, por no considerarlo aseado o seguro para el bebé, y a quienes les parece aconsejable, por la seguridad que podría transmitirse al bebé al sentir cerca a sus padres.
Aún desde antes de nacer, es posible notar que algunos bebés, son más activos durante las horas de la noche, interrumpiendo el sueño de la madre constantemente; después de nacer, algunos se adaptan con prontitud a los horarios de la familia y a la rutina del sueño. Otros por el contrario, no lo consiguen aún pasado el año de vida.
Yo diría que a mayor parte de la gente tiene miedo de dormir y que sus hijos duerman con las ventanas totalmente cerradas. En verano el problema no existe, pues todos dormimos con las ventanas abiertas. En invierno la cosa cambia, pues por el frío dormimos con todo cerrado, pero… ¿y la ventilación? … ¿Qué es la famosa ‘ventilación’?
La industria que se dedica al mundo de la infancia está siempre en constante evolución para ofrecernos los mejores adelantos en el mundo de la crianza de nuestros niños. Es por eso que, de vez en cuando, nos topamos con verdaderos aliados que nos ayudan a que la tarea nos resulte mucho más fácil, tanto para el recién nacido, como para nosotras.
Cada uno de los niños presenta diferentes necesidades de sueño. Igual que hay adultos que funcionan bien con seis horas de sueño, otros precisan ocho, unos chicos necesitan más y otros menos horas.
Los bebés deben dormir boca arriba o de lado si tenemos la seguridad de que no se girarán. Que duerman boca abajo eleva el riesgo de muerte súbita del lactante. Pero como pasan tantas horas durmiendo, existe el riesgo de que la cabeza se deforme, porque aún tiene el cráneo blandito y las suturas abiertas.
Mantener el peso dentro de lo razonable es muy importante. Hace un tiempo se creía (incluso por los médicos) que se debía engordar más de doce kilos a lo largo de la gestación. Esto suponía que muchas mujeres siguieran una dieta restrictiva. En la actualidad se sabe que hacer dieta durante el embarazo puede ser más perjudicial que pesar unos cuantos kilos de más.