Las mejores ideas para disfrazar a tu peque. Disfraces caseros y originales fáciles de hacer o comprar por poco dinero. Terroríficos, divertidos, clásicos e incluso de sus personajes favoritos
Existen fechas específicas del año que tienden a asociarse con la magia de un disfraz como, por ejemplo, Carnaval o Halloween. Sin embargo, es posible planificar una fiesta de disfraces para niños en otras épocas del año. Por otra parte, disfrazarse es un juego en sí mismo que promueve el desarrollo de la imaginación y el aprendizaje de nuevos roles.
Carnaval es una tradición muy arraigada en la sociedad. Está tan presente en el ámbito educativo, social y familiar que, en ocasiones, el acto de disfrazarse puede vivirse como un imperativo o un deber. De hecho, hay niños que no sienten la alegría y la ilusión que otros muchos, por el contrario, sí experimentan. ¿Por qué razón algunos niños y niñas prefieren no disfrazarse o no disfrutan verdaderamente en Carnaval?
Carnaval es uno de los eventos más esperados por niños y familias durante el mes de febrero. Del mismo modo, las tiendas de disfraces y complementos incrementan sus ventas con motivo de una celebración que conecta con personas de todas las edades. En El Blog Infantil enumeramos siete tipos de disfraces infantiles que pueden guiarte en la elección de una propuesta concreta.
Hay muchas ideas de regalos que aportan grandes dosis de inspiración y creatividad en Navidad. Un disfraz es una propuesta que puede disfrutarse más allá de estas fechas. Por ejemplo, los niños pueden lucir un look original en Carnaval. Además, niños y niñas también pueden contar con un rincón de juegos destinado a la temática que comentamos en el artículo: el disfraz. En Uno más en la Familia compartimos una selección de ideas de temática navideña.
La magia de un disfraz se convierte en protagonista de diferentes eventos a lo largo del año. Halloween ha conquistado a muchas familias con niños. Es una fecha que se consolida como una nueva tradición en la infancia y también inspira a otros adultos que quieren pasar un buen rato en un plan con amigos.
La magia de un disfraz adquiere un protagonismo especial en Carnaval o Halloween. Sin embargo, jugar a disfrazarse es una experiencia que los niños pueden experimentar a lo largo del año. De hecho, es un recurso que tiene un componente educativo y pedagógico. En consecuencia, es un juego de imitación que potencia la creatividad y el ingenio. Por ello, es una propuesta de ocio que adquiere su propio lugar en el ámbito académico o en casa: así lo muestra el rincón de disfraces.
El aprendizaje gira en torno a distintas materias diferenciadas en asignaturas. Pero, al igual que en el propio hogar, el aula es un espacio que también da un protagonismo importante a las tradiciones. Durante la celebración de distintos acontecimientos del año, es posible observar cómo la temática de un día tiene un reflejo en las actividades del propio calendario académico.
La fiesta de Carnaval es un ejemplo de tradición que cada año aporta ilusión a las familias desde el mismo instante en el que planifican los detalles de esta celebración. El bebé puede disfrazarse en cualquier otro momento del año, pero Carnaval es más que una fiesta de disfraces. Es un evento que tiene una dimensión social de carácter intergeneracional, ya que personas de distintas edades viven la emoción de disfrazarse como protagonistas de una fiesta que adquiere forma desde la implicación común. Este enfoque intergeneracional de la celebración de Carnaval también se extiende a la propia familia.
La celebración de la fiesta de Halloween es un acontecimiento que ha ido ganando un gran protagonismo en la actualidad. Elegir un disfraz para ese día es uno de los preparativos que anticipa la ilusión de esta fecha. A veces ocurre que las familias se ven inmersas en la cuenta atrás hacia el 31 de octubre sin haberse parado a pensar por falta de tiempo en cuál será el disfraz infantil que el niño lucirá en este día.