
Un mantel-pizarra ideal para viajar con niños
Ya sabemos que viajar con niños no siempre puede ser de lo más gratificante. Hacer un trayecto pequeño, de los que pasan en un suspiro o, incluso, en una cabezadita, puede ser divertido, ameno y relajante, lo peor es cuando la ruta nos obliga a pasar mucho tiempo dentro del vehículo y el destino está más allá de la propia paciencia de nuestro pequeño. En esos momentos es cuando, renaciendo de sus propias cenizas de nuestra infancia, nos vuelve el instinto inocente y tenemos que buscar mil y una maña con la que mantener debidamente atendido y entretenido al niño que desconoce las necesidades de pasar tanto tiempo en el mínimo espacio del coche.