En realidad, un niño con diabetes debe beneficiarse, a grandes rasgos, de la misma alimentación que un niño sin esta enfermedad. Todos los menores necesitan de nutrientes que les ayuden a mantenerse en buena salud, con un crecimiento y desarrollo adecuados, dentro de un peso razonable. La única diferencia es que los niños diabéticos deben tomar alimentos que les ayuden a mantener los niveles de lípidos o grasas en la sangre.
Según los ginecólogos, suele estar dentro de la normalidad que el parto se adelante quince días o se atrase hasta una semana. Sin embargo, últimamente, ha crecido, excesivamente, el número de niños que nacen mucho antes de su tiempo. No sólo el azar juega su papel en el adelanto del parto, también existen ciertos factores de riesgo que pueden llevarnos hasta esta situación.
Una investigación publicada en The Lancet, considera que los casos de diabetes tipo 1 se duplicarán en el año 2020, entre los niños europeos menores de 5 años. Afectará por igual a niños y niñas y se estima que habrá 24.000 nuevos casos, lo que supone un total de 160.000 diabéticos menores de 15 años.
La revisión de 20 estudios en los que participaron más de 675.000 mujeres, sugiere que la diabetes gestacional y la aparición de diabetes tipo 2, además de compartir muchos factores de riesgo, podrían tener un origen común. Una mujer que haya tenido diabetes gestacional, tiene 4,69 veces más riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en los cinco años posteriores al parto, que quien no la sufrió. Pasados cinco años el riesgo aumenta a 9,34 veces.
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