Bien es sabido que la época de la gestación es una de las etapas más complicadas en el transcurso de la vida femenina. Si bien aceptas con toda naturalidad que no se trata de una enfermedad si no, más bien, de un paso hacia adelante en tu desarrollo personal, si existen ciertas autolimitaciones que nos imponemos, generalmente, debido a los miedo que se genera en torno a esta nueva situación. Aceptamos que somos una vasija frágil que guarda el mayor tesoro y, por lo tanto, debemos evitar cualquier movimiento ajeno a la plena contemplación de esa vida que crece, aunque ello suponga tener que renunciar a nuestras aficiones, sabiendo con certeza que no existe peligro alguno.
Seguir leyendo