Actualmente la cromoterapia se está utilizando para tratar y aliviar ciertas dolencias. En los niños, por ejemplo, según la tonalidad que presenten, puede ser un primer paso para ayudar en el diagnóstico. Así, por ejemplo, si presenta un tono amarillento podría indicar problemas hepáticos; terrosa, relacionada con la diabetes; un tono azulado puede indicar problemas respiratorios.
A pesar de que, en las últimas décadas, el mundo científico se ha rendido ante la idea comprobada del efecto de los colores sobre el ser humano, esta técnica milenaria ya se utilizaba en el antiguo Egipto y la China Imperial. Entonces utilizaban una extensa gama de pigmentos y tinturas para aliviar ciertos males. El rojo, por ejemplo, era una estimulante físico y mental; el naranja para tratar los pulmones, el amarillo para estimular el sistema nervioso y el azul para los resfriados o la fiebre del heno.