Tener un niño es un deseo pero también, generalmente, una decisión meditada. Por eso no es muy extraño que a los futuros padres les cueste cambiar de opinión o retrasarlo por la incertidumbre económica en la que vivimos. Especialmente cuando ya han recorrido el largo camino de la infertilidad y han optado por acudir a una clínica para lograr su sueño.
La crisis económica dibuja un nuevo mapa social en las propias familias y es que, ante los apuros para llegar a fin de mes y la imposibilidad de contratar a una canguro, los abuelos se han convertido en ese soporte a nivel emocional. Y es que, el cincuenta por ciento de los abuelos cuidan de sus nietos a diario. Ejercen funciones que en realidad competen a los padres: irles a buscar al colegio, darles de merendar, hacer los deberes…
Lamentablemente en la actualidad existen más de 35 millones de niñas siguen sin tener escolarización. Por esta razón se está llevando a cabo la Campaña Mundial por la Educación. Es importante que no olvidemos que una cada cuatro mujeres en el mundo no tiene la posibilidad de escribir ni leer.
Un 25 por ciento de los niños españoles sufren, en la actualidad, malnutrición. Según un informe presentado por FEDAIA (Federación de Entidades de Atención y de Educación a la infancia) la época de recesión económica que estamos padeciendo tiene unas consecuencias, a nivel de salud infantil, mucho más graves de lo que podría parecer a simple vista.
Debido a la crisis que asola nuestro país desde hace unos años, cada vez es más corriente conocer a gente que decide emigrar. Yo misma, cada vez que veo "Españoles por el mundo" me lo planteo. Pero no hay que fiarse de las apariencias, hay mucha gente que ha emigrado y ha tenido que regresar con las manos vacias. Tampoco es lo mismo planteárselo siendo padres.
El tema de hoy pone los pelos de punta. Los niños notan la crisis en sus propias carnes, literalmente. Los casos de síndrome del niño sacudido y otras formas de maltrato especialmente traumatismos en la cabeza, han aumentado con la recesión económica. El incremento ha sido tal, que es motivo de estudio ya que casi se ha duplicado.
Ya hemos visto, en un post anterior, como la epilepsia en la infancia no supone ninguna traba especial para el normal desarrollo y aprendizaje del niño. Sólo en casos muy especiales y bajo indicaciones neurológicas extremas, tendremos que adoptar medidas distintas al resto de los niños. A veces las contraindicaciones son las que pone la propia sociedad que se empeña en obstaculizar el normal desarrollo de la infancia.
Que los niños tomen yogures está muy bien porque es un aporte importante de calcio tan necesario para que sus huesos crezcan y se fortalezcan, entre otras cosas. Pero de ahí a creernos todo lo que nos lanzan las marcas comerciales con sus publicidades va un abismo. Y lo digo porque la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (Efsa, en sus siglas en inglés) lo reitera emitiendo un nuevo veredicto negativo sobre más de 800 peticiones de la industria que solicitaban validar las supuestas propiedades saludables de sus alimentos funcionales.
La crisis económica está dando lugar a situaciones un tanto especiales que en otro contexto ni siquiera se hubieran imaginado. Excepciones un tanto dramáticas para aquellas personas que les toca vivirlas en primera persona. Una de ellas es la que hoy os contamos. Ha ocurrido en la localidad gallega de Arteixo.