Ya quedan pocos días para que empiece el verano y las temperaturas ascienden de forma considerable. Es momento de disfrutar del aire libre, de la playa o la piscina, una época ideal para que los niños salgan a la naturaleza y sintamos que el clima nos acompaña. Pero hay ciertas precauciones que debemos tener muy en cuenta con el fin de mantener a nuestros niños bien protegidos, especialmente si todavía son bebés.
La piel del bebé es más delicada que la de los adultos, por ello es necesario que la tratemos como merece, utilizando productos adecuados para ello. La Asociación Española de Pediatría nos sigue recordando que la piel del bebé es especialmente vulnerable con los agentes externos, por eso es necesario que los padres se aseguren de la composición de los productos que utilizan para sus bebés.
La lechuga es uno de los alimentos indispensables en nuestra cocina y mucho más ahora que se acerca el verano y las altas temperaturas. Son la base principal de las ensaladas que podemos combinar con un sinfín de alimentos, pero también podemos incluirla en otros platos. Su sabor suave y su textura delicada, es bastante bien apreciada entre los más pequeños, y si se la servimos en forma de puré o crema, entonces les estaremos ofreciendo un estupendo manjar.
Aunque mi bebé tiene ya casi tres añitos (parece mentira) sigue teniendo la piel sensible y con frecuencia se le irrita la zona del pañal. A estas alturas ya se lo que le viene bien para curarse, pero probar cosas nuevas nunca está de más. STADA Consumer Health nos ha permitido probar su crema Wickel Spray y llevamos utilizándola unos días. Os adelanto que es fantástica. Hace su función perfectamente y en el siguiente cambio de pañal tras utilizarla apenas queda enrojecimiento en el culete de mi peque. Y no es algo que se consiga con cualquier producto.
Las cremas de verduras o frutas suelen ser las primeras comidas de cuchara que vamos a ofrecer a nuestro niño en cuanto el pediatra nos vaya indicando. Si empezamos con algunos ingredientes, poco a poco iremos introduciendo algunos más, a fin de hacer más variado su menú y conseguir que tenga una buena base nutritiva en la que no falten ninguno de los nutrientes necesarios para que crezca bien sano.
La calabaza es una de las verduras más recomendadas para una perfecta dieta equilibrada. Tanto en recetas dulces como saladas es la aliada ideal para que nuestro organismo reciba sus dosis necesarias de buenas y sanas vitaminas, algo que para el desarrollo y crecimiento de los niños es fundamental. Por eso es una de las verduras que se recomiendan para cuando empiezan a probar nuevos sabores ya que gracias a su suave textura y sabor agradable los niños la reciben con facilidad.
Uno de los alimentos que no pueden faltar en la alimentación de nuestro bebé, son las legumbres. Aprender a saborear y disfrutar de ellas es una de las misiones más importantes que tenemos los padres a la hora de educarles en su conocimiento y placer por la gastronomía. Por eso, y para evitar lo terribles rechazos que vienen con la llegada de los años, mejor será ir ofreciéndoselos como un manjar fácil de tomar.
Las cremas son la mejor opción para las primeras comidas de nuestro bebé. Su delicada textura y su falta de peligro a la hora de tomarla, son motivos suficientes para que resulte el plato ideal, además podemos combinarla como queramos y siguiendo, siempre, las instrucciones del pediatra, que nos irá marcando el tiempo en el que vamos a ir introduciendo nuevos sabores a su dieta.
Una de las verduras que no deben faltar en la dieta de nuestro bebé son las acelgas. Son estupendas fuentes de calcio, por lo que nos vendrá estupendamente para que el pequeño vaya haciendo acopio de este importante nutriente, que tanta falta le va a hacer para desarrollar unos huesos fuertes y sanos. No debemos olvidar que nuestro esqueleto nos va a acompañar durante toda la vida y manteniéndolo en forma nos evitaremos muchos problemas posteriores.