¿Eres un apasionado de las ciencias?, ¿te gusta experimentar con los elementos que tenemos alrededor?, ¿quieres saber de dónde venimos o cuánta energía gastamos?, pues aquí tienes tu taller ideal para disfrutar esta Semana Santa. Una actividad que ayudará a los niños a sumergirse en el mundo, a veces enigmático, de la ciencia, pero siempre gratificante.
Los museos han dejado de ser esos espacios solemnes donde el silencio envolvía a la historia y a la ciencia como un manto de sabiduría extrema. Así que no es de extrañar que los niños se sintieran aburridos y ajenos a ese mundo elitista y lejano. Ahora los museos han abierto sus puertas a la diversión y a la inocencia que provoca la infancia en sus múltiples descubrimientos, volviéndose lugares llenos de magia y encanto donde la vida transita con impecable alegría.
El verano es una época ideal para que los niños se diviertan. Tiempo de alegría, diversión y libertad, pero también puede ser un momento ideal para aprovechar ese ocio y, además de divertirse, aprendan cosas nuevas. Hablar a los niños de ciencia, puede resultar de lo más aburrido, especialmente cuando lo explicamos todo de forma literal, con términos demasiado técnicos o con la gran opulencia y profundidad que esta materia exige. Pero ¿te imaginas que aprendan ciencia mientras juegan?
Cualquier momento del día es bueno para que los niños aprendan nuevas habilidades o profundicen en aquellas materias que puedan resultarles un tanto complicadas. Enseñar no siempre es fácil, y mucho menos cuando trabajamos con conceptos extraños, poco palpables o alejados de nuestro entorno social o familiar. Pero aquí es donde la imaginación juega un papel especialmente relevante. Enseñar a través de la diversión y, además, saboreando la enseñanza, puede ser una opción mucho más que interesante.
Aprovechando que los niños están disfrutando de sus merecidas vacaciones de Semana Santa y Pascua, son muchos los centros culturales, científicos y artísticos que han programado una serie de actividades especiales para acercar a los niños hasta sus instalaciones. Uno de ellos es el Museo de la Ciencia de Valladolid que, si bien durante todo el año guarda un hueco muy especial para los más pequeños, es ahora, a lo largo de estas semanas, cuando intensifica, si cabe todavía más, su oferta infantil. Juegos y entretenimiento que, de una forma lúdica y muy divertida, acercan a los niños al apasionante mundo de la ciencia.
En los años 70 Carl Sagan revolucionó la divulgación científica con la serie de televisión Cosmos: Un viaje personal. Para muchos aquella serie de 13 episodios tuvo un gran impacto y logró despertar el interés por la propia especie humana y el pequeño lugar que ocupa en el universo. Sagan consiguió bajar de su pedestal a la ciencia haciéndola comprensible a los legos, utilizando un lenguaje sencillo sin perder nunca el rigor que merecen los temas que trataba. Humanizó la ciencia y la metió en todos los hogares.
Incentivar la curiosidad por la ciencia en los niños es muy bueno, en especial cuando pueden hacerlo en un sitio tan idóneo como la Escuela de Ciencia de Science Fantasy, este lugar es el primero en su tipo que se dedica a fomentar la curiosidad de los pequeños y de los jóvenes por las ciencias, al mismo tiempo que se estimula su talento innovador. La mayoría de las actividades están pensadas para pequeños a partir de los 8 años de edad y hasta los 17.
Los niños tienen una curiosidad innata e insaciable. Los padres muchas veces nos vemos en apuros para satisfacerla, aunque las nuevas tecnologías y en especial Internet, nos han facilitado mucho la labor de expertos en todos los campos. Porque cada peque tiene sus intereses y preferencias que pueden no coincidir en absoluto con las nuestras. Ayudarles está muy bien, es nuestra obligación, pero quedarnos esperando a sus preguntas es limitar el gran potencial que tiene ese ansia por conocer.
Septiembre es el mes de la vuelta al cole, del principio del otoño y, también, de descubrir la ciencia. Así es como nos lo presenta la National Geographic Store de Madrid, que ahondando en dar información y conocimientos a todos los públicos, y especialmente a los más pequeños, quieren hacer que la ciencia sea una materia cercana, accesible y, ¿por qué no?, también divertida.