El riesgo de mortalidad materna en una cesárea es siete veces superior al del parto vaginal. Sin embargo, las cesáreas electivas siguen aumentando, especialmente entre las mujeres de estatus social más alto. En comparación con las de clase social más baja, las primeras tienen un 35 por ciento más de posibilidades de tener a sus bebés por cesárea programada. El dato es escocés pero extrapolable a otros países europeos.
Hoy os contamos una noticia curiosa de esas que aparecen de vez en cuando y de la que no damos crédito muchas veces por lo extravagantes que suenan... que parecen... que son. La que hoy compartimos con vosotros me la quiero creer porque la cuentan los médicos pero bien podrían haber pasado por una buena tomadura de pelo un 28 de diciembre cualquiera.
Papá no es sólo ese señor que ha puesto la mitad del material genético para que nazca un bebé. En la mayoría de los casos tiene una función tan importante como la de la mamá en el cuidado, la atención, la educación y la formación del hijo. Y, desde mi punto de vista, no está nada mal que se le reconozca y no nos acordemos de él sólo cuando hay que compartir las tareas del hogar.
Según una revisión de estudios publicada en el British Journal of Obstetrics and Gynaecology (BOJG), en un parto de mellizos, el segundo en nacer tiene más riesgo de sufrir complicaciones que el primero. Además han comprobado que el parto vaginal es más seguro para el primer bebé que la cesárea. La investigación incluyó a 39.000 pares de hermanos con datos de 18 estudios, de los que 12 tenían los datos neonatales de ambos hermanos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el porcentaje máximo de cesáreas que deberían realizarse es de un 15 por ciento. En España esa cifra se supera ampliamente, especialmente en los centros privados. Los datos que da La Razón son de la Comunidad Valenciana, pero son extrapolables al resto del país. Según esto, en la Comunitat un 45 por ciento de los partos en centros privados son por cesárea, y el 25 por ciento lo son en la sanidad pública.
A pesar de que todavía son muchas las embarazadas que, a fin de evitarse los temidos dolores del parto, prefieren que se les practique una cesárea, lo cierto es que poco a poco se van concienciando que, esta intervención es una operación quirúrgica con todos los riesgos que ello supone, tanto en el momento de la realización como para la posterior recuperación.
Si durante tu primer embarazo tuviste una cesárea, es normal que te cuestiones acerca de que sucederá en tu segundo parto. En la actualidad las cesáreas se están convirtiendo en algo más frecuente, existen muchas mujeres que después de haber tenido partos naturales eligen una cesárea.
Ya lo decíamos allá por el mes de mayo. La eliminación del cheque-bebé por el nacimiento o adopción de un hijo está provocando un aluvión de peticiones de adelantar los partos antes de que acabe el año. Y es que esa es la fecha tope para poder cobrar la ayuda que aprobó en 2007 el Gobierno socialista con la misma ligereza con que la anuló tres años después.
Aunque haya quien se empeñe en subrayar que la mayoría de los partos se producen de forma natural esto no es del todo cierto. Ya que de serlo sería mucha casualidad que los paritarios estuvieran mucho más vacíos los fines de semana. Como si los peques lo supieran y decidieran darle un respiro a sus padres y a los médicos, matronas y demás.
Todavía son muchas las ocasiones en las que nuestros bebés, necesariamente, nacen por cesárea. Situaciones de peligro, urgencias insalvables son sólo una pequeña muestra del enorme abanico que lleva a los profesionales de la sanidad a tomar esta decisión. Es entonces, tras la intervención cuando se necesita que la figura del padre esté presente. El contacto piel con piel con su progenitor, es una forma de mantener al recién nacido unido a su universo emocional.
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