Ya hemos entrado en el último mes del año y con él nos llegan un buen número de experiencias, alegrías y diversión para disfrutar todos juntos. Las Navidades son, especialmente en aquellos hogares donde hay niños, una época en la que dejarnos llevar por la magia y la fantasía de unas tradiciones que, afortunadamente, siguen perdurando en el corazón de la humanidad.
Los palitos de madera que les dan a los niños en el pediatra son una fuente inagotable de ideas para realizar manualidades. En esta ocasión también nos servirán para realizar abanicos de papel. Es una manualidad muy sencilla que puede servir como regalos a las abuelitas y tías.
Libros de manualidades hay muchos, incluso colecciones, pero no todos son tan completos como Decora la Navidad. Este volumen de Susaeta no se limita a contar paso a paso como se realiza un árbol de Navidad en fieltro o como hacer un copo de nieve. Además de unas instrucciones muy claras, incluye un estuche con casi todos los materiales necesarios. El niño puede necesitar ayuda de un adulto y algún objeto cotidiano como una caja de cartón o un vaso de plástico, lo demás está incluído.
Si hay un animal asociado al ahorro ese es el cerdito. Desde tiempos remotos la hucha tradicional ha pasado por muchos diseños pero uno de los que prevalecen a través de los años es el de cerdito. Como incitándonos al ahorro, su panzuda anatomía, alberga las monedas que vamos rescatando y que, a lo largo de las semanas, se convierten en un pingüe capital, al menos para salvarnos de pequeños gastos pasajeros.
Quedan poquitos días para la vuelta al cole y podemos aprovechar estos últimos días de vacaciones para hacer alguna manualidad con nuestros peques que les sirva de entretenimiento y a nosotros para completar la lista de cosas que necesitarán. Aunque los niños quieren sentir que pertenecen a un grupo y por eso les importa la moda, también reclaman su propia individualidad con pequeños detalles diferenciadores. Personalizar su material escolar les ayudará a darle ese toque único.
Las tardes de verano son muy largas y no siempre conseguimos que los niños se duerman un ratito de siesta. Una buena alternativa para mantenerles ocupados en las horas de más calor es proponerles una manualidad entretenida. Un molinillo de viento permite dar rienda suelta a la imaginación, es sencillo pero un poco laborioso y luego les encantará verlo girar en la ventana o en la terraza. Y además nos puede servir para mantener lejos a las dichosas palomas.
Ya sabemos lo importante que es mantener a nuestros niños entretenidos mientras les vamos inculcando, entre otras cosas, valores en torno al mundo del reciclaje, a la paciencia y a las propias habilidades manuales que cada ser humano tiene derecho a fomentar y desarrollar según sus necesidades. Además, fabricar objetos con sus propias manos les va a ayudar a valorar el trabajo y la creatividad, consiguiendo ser personas más seguras en sí mismas y amorosas con su entorno.
A papá le va a hacer ilusión cualquier regalo que venga de parte de sus hijos. No necesita nada caro, ni perfectamente hecho, seguramente tampoco necesita un regalo, pero seguro que le gusta ver que le han dedicado un poco de tiempo extra. Un detalle muy bonito puede ser una tarjeta de felicitación, lo importante será lo que ponga pero si además la han hecho sus peques, mejor.
Por muy duro que sea papá seguro que se emociona con un regalito de su bebé en el Día del Padre. Si el niño es muy pequeñito será complicado que colabore y tendremos que usar la imaginación y grandes dosis de paciencia. Una buena idea es hacerle un marco de fotos, lo complicado que lo hagamos dependerá de la habilidad de mamá o del bebé, si es mayorcito. Puedes grabar un "making off", papá se reirá mucho viendo tus esfuerzos por lograr que el peque colabore.