
Dicen que es importante que aprendamos a comunicarnos con nuestros bebés mientras, todavía, están en el vientre. De esta forma se crea una conexión especial, un vínculo que va más allá del sanguíneo. Pero ¿cómo podemos hacerlo? Uno de los vehículos más fiables, beneficiosos y emotivos son las canciones. Son muchos los artistas que han creado canciones de amor para los hijos o, como en este caso, canciones en las que son los bebés los que nos comunican sus sentimientos.
Si algo tienen en común los artistas, sea cual sea su dedicación o arte determinado, es su especial sensibilidad hacia los temas relacionados con el amor. Y si, además, hablamos del amor hacia los hijos, entonces ya estamos entrando en el universo exclusivo y maravilloso del amor incondicional. Pero ¿cómo somos capaces de llegar hasta la primera y última fibra de nuestro sentimiento más puro?
Dicen que el amor no entiende de leyes, fronteras ni métodos. El amor es eterno, irrompible y perfecto. Pero siempre se pueden cuestionar algunas heridas. Sin embargo, cuando hablamos de amor hacia los hijos es seguro que ninguna frontera existe, ningún dolor, ninguna desolación. Salvo en contadas, y excepcionales ocasiones, ese amor es el más auténtico y verdadero.
Los padres con dotes artísticas tienen una fuente inagotable de inspiración a través del amor que sienten por sus hijos. Es maravilloso ver como un músico, un pintor o un escritor es capaz de volcarse en su propio corazón para convertir sus sentimientos en algo tangible y que podamos compartir todos.
El mundo del arte está lleno de obras geniales con las que demostrar y expresar al mundo todos aquellos sentimientos y emociones que nos embargan a lo largo de nuestra vida. Una de esas grandes experiencias, y que no pasa inadvertida para nadie, es la del amor. Es así como encontramos maravillosas películas, canciones o exquisitos poemas que nos acercan al sentimiento amoroso desde multitud de miradas.
A la mayoría de padres que se dedican al mundo del arte, cuando les llega la noticia de la próxima venida de un bebé, les debe surgir como una inyección de inspiración incontrolable. A partir de ese momento toda su creación, en mayor o menor medida, se va centrando en ese ser que va creciendo en su interior, ofreciéndole palabras, músicas y hondos pensamientos que se quedan flotando en su universo más íntimo y particular.
Cualquier época del año es estupenda para que los niños aprendan nuevas actividades, pero quizás es el verano cuando, estando de vacaciones, los papás podemos dedicarles algo más de tiempo. Hacer manualidades, leerles un cuento o aprender una nueva canción, pueden ser algunos de esos pasatiempos que los peques no olvidarán y retendrán en su memoria para siempre.
Nos gusta cantar y nos gusta que nuestros niños canten. La música sigue siendo una de las artes más apreciadas, queridas y seguidas por la humanidad ya que nos acompaña desde nuestros primeros días hasta que nos vence el ocaso. Gracias a ella podemos expresar nuestros sentimientos, acercarnos a nuestros semejantes y dejarnos llevar por esa candencia de amor que nos provocan los grandes acontecimientos en nuestra vida.