Todos sabemos que el café es una de las bebidas más populares que se consumen a diario, por su alto contenido en cafeína es un gran estimulante. El alto consumo nos lleva a preguntarnos si será aconsejable en el embarazo. En muchos casos podría ser conveniente reducir la ingesta diaria de las bebidas preferidas y las golosinas que tengan un alto contenido en cafeína.
En los últimos treinta años, el consumo de cafeína por parte de los niños y jóvenes ha aumentado hasta un 70 por ciento. Una cifra que a puesto sobre alerta a los investigadores que han querido demostrar los efectos nocivos que esta sustancia tiene en los niños, especialmente en el desarrollo de su cerebro.
Un nuevo estudio llevado a cabo por el Hospital Universitario de Dinamarca sugiere que tomar más de cinco tazas al día de café tiene impactos negativos en los tratamientos de fertilización in vitro (FIV). El estudio lo ha presentado el doctor Ulrik Kesmodel en la reunión anual de la ESHRE (Congreso de la Sociedad Europea de la Reproducción Humana y Embriología), celebrada en Estambul.
Hoy 12 de abril, festejamos el Día Mundial del Comercio Justo. Al ser sábado, es una buena ocasión para poder hablar con los niños con calma también sobre esta cuestión. A través de esta iniciativa, se pretende luchar contra la explotación infantil, y es que, existen niños que trabajan en vez de ir a la escuela. Es decir, sus derechos son vulnerados.
Los niveles de cafeína que consumimos pueden llegar a variar notablemente de una taza a otra, en este punto, más si estamos embarazadas, debemos tener mucho cuidados. En Escocia se llevó adelante una investigación que tuvo como resultado la solicitud a las mujeres en gestación de evitar el exceso de consumió de café.
Cada vez que nombramos la cafeína, inevitablemente, nos viene a la mente una taza de café, pero lo que no sabemos es que esta sustancia se encuentra en más alimentos de los que, a priori, parece. El café, el té, los refrescos o el chocolate son algunos de los que mayor cantidad de cafeína contienen, pero también se puede encontrar presente en golosinas o helados y que, solapadamente, acabamos introduciendo en nuestro organismo.
Una de las recomendaciones que nos da el ginecólogo en la primera consulta de embarazo es que reduzcamos la dosis diaria de cafeína. Algunos nos piden que dejemos totalmente de tomar café y bebidas con cafeina y otros simplemente que no superemos una cantidad. Hay estudios que relacionan un consumo excesivo con una mayor frecuencia de aborto espontáneo, bajo peso del bebé al nacer y amenaza de parto prematuro, pero no son concluyentes.
Existen diferentes opiniones en cuanto a la conveniencia del café durante el embarazo; siempre es un tema de preocupación, ya que es una bebida muy arraigada en nuestra cultura y muchas personas son, incluso, adictas al café, pero a las mujeres embarazadas les preocupa que el consumo de cafeína pueda afectar el correcto desarrollo del bebé.
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